El capo Rafael Caro Quintero, prófugo de la justicia desde 2013, negó haber asesinado en 1985 al agente de la DEA Enrique Camarena y que intente arrebatar el poder al cártel de Sinaloa, según una entrevista realizada por la revista Proceso en un lugar del norte de México.

 

Caro Quintero, uno de los narcotraficantes más importantes en la década de 1980, fue excarcelado en agosto de 2013 tras pasar en prisión 28 años, gracias a un fallo judicial que desechó varias causas en su contra, una de ellas por el asesinato de Camarena, pero que después fue revocado por la Suprema Corte de Justicia.

 

“No lo secuestré, no lo torturé y no maté” al agente de la Agencia Antidroga (DEA), dijo el fundador del cártel de Guadalajara, quien admitió haber estado “en el lugar equivocado”, pero nada más.

 

Tras pasar casi tres décadas en prisión, aseguró que ahora sólo busca paz y pide “perdón a la sociedad de México”, a la familia del agente encubierto de la DEA y al Gobierno de Estados Unidos si en algo participó o estuvo involucrado.

 

Sentado en un banco de madera y ataviado con pantalón, camisa y gorra azul, Caro Quintero señaló que ya pagó su culpa y que hace 31 años dejó de ser narcotraficante.

 

Además, rechazó tener problemas con alguna agrupación dedicada al tráfico de drogas y contó que los líderes del cártel de Sinaloa, Ismael “el Mayo” Zambada y Joaquín “el Chapo” Guzmán, actualmente preso y a la espera de ser extraditado a EU tras dos fugas de cárceles mexicanas, lo visitaron en 2013 tras su liberación.

 

Del Chapo dijo que es su amigo desde la infancia, que le respeta y que en el encuentro que sostuvieron le comentó que “ya no quería saber nada de cuestiones ilícitas”.

 

El fiscal de Chihuahua, Jorge González, dijo a principios de este mes que, de acuerdo con informes de inteligencia, uno de los grupos que dirige Caro Quintero tuvo “encontronazos” en el norteño estado de Sinaloa con el cártel de Guzmán.

 

El funcionario aludía así a la violencia registrada en junio pasado en la zona de Badiraguato, donde decenas de familias -incluida la madre del Chapo- abandonaron el municipio tras choques entre cárteles contrarios que causaron la muerte de varios civiles.

 

La DEA ofrece una recompensa de cinco millones de dólares por información que lleve a la captura de Caro Quintero, quien enfrenta una orden de detención con fines de extradición por diversos delitos de los que se le acusa en un tribunal de California.

 

La pareja del capo, Diana Espinoza Aguilar, fue incluida en mayo pasado en la “lista negra” del Departamento del Tesoro de Estados Unidos por actuar y poseer activos en nombre Caro Quintero, al que conoció en la prisión de Puente Grande, en Jalisco.

 

TPC