Así como el compositor Ludwig van Beethoven nunca imaginó que su insignificancia para piano Para Elisa sería en el siglo XXI “musiquita de espera telefónica, yo no imaginé que Mafalda fuera a trascender como lo ha hecho”, aseguró hoy Joaquín Salvador Lavado Tejón, “Quino”, autor del popular personaje.

 

Durante una videoconferencia desde su tierra natal, la zona andina de Mendoza, Argentina, Quino habló también de su relación con los personajes de esa tira cómica creada por él hace medio siglo y justificó su permanencia. “Siempre he echado mano de temáticas que no pasan de moda, como las relaciones familiares”, señaló.

 

Al anterior sumó temas como la relación de Mafalda con la escuela, y de los niños entre ellos. “Son sentimientos que perduran en la humanidad, por eso son vigentes”, agregó, pero reconoció que la idea original de crear a esa niña singular no nació de él. “Cuando me pidieron que hiciera Mafalda, sólo fue para contrarrestar la popularidad de Charlie Brown”.

 

Detalló que el ilustrador Charles M. Schulz creó a Charlie Brown, quien vino a revolucionar el mundo de la historieta en América. “Schulz trajo una banda de niños que se peleaban, jugaban, se amaban y se odiaban en sus muchas facetas, como lo hacen en la vida cotidiana todos los humanos”, abundó Quino.

 

Explicó que eso lo inspiró muchísimo y lo trasladó a la historieta quincuagenaria, en el sentido de que Mafalda amaba mucho a sus padres y respetaba a las autoridades, a sus maestros y amigos, pero no siempre estuvo de acuerdo con sus padres, con las autoridades, los maestros ni con sus amigos. “Así son las relaciones humanas”, reiteró el humorista.

 

En ese entonces, añadió, pronto le pareció que el camino a seguir era ese, el humano, y al respecto, subrayó que en la actualidad los caricaturistas han tomado una temática sobre un mundo que no existe en la realidad, y salvo algunas excepciones, pocos trabajan a partir de lo que la gente piensa, con los sentimientos de la colectividad y la realidad del día a día.

 

Las cosas cambian

 

Tras informar que a estas alturas ya toma sopa, porque durante medio siglo no lo hizo, Quino aceptó que actualmente extraña mucho dibujar a Mafalda, quien se produjo entre 1964 y 1973, lo mismo que ir al cine y no ver bien. Sin embargo, reconoció que muchas cosas a su alrededor han cambiado sustancialmente, sin que haya vuelta atrás para ello.

 

“Hace medio siglo tenía mucho material para hacer las tiras cómicas, pues mis sobrinos eran unos niños y al observarlos, conocía su forma de ser y de pensar, de ver al mundo y de relacionarse entre ellos y con sus amigos. Hoy, desconozco cómo es el pensamiento de los niños argentinos, latinoamericanos y del mundo; mis sobrinos tienen 52 años o hasta más”.

 

¿Qué diría hoy Mafalda de muchas cosas que suceden en el mundo? “Lo mismo que dijo hace 30 o 40 años, aunque en la actualidad hay más pobres que cuando ella comenzó a hablar, sin embargo, debe reconocer que prácticas como el machismo y el las mujeres golpeadas ha disminuido poco a poco, como sucede en diversas naciones latinoamericanas”, señaló.

 

En otro orden de ideas, Quino descartó la posibilidad de llevar a su personaje al cine. “Eso pasó en los años 70 en Argentina, pero la ambientación y las voces fueron terribles. Luego se hizo en Cuba, pero ahí el problema fue que cambiaron el guión y Mafalda no decía lo que debía de decir; ella no era la Mafalda que el mundo amaba y conocía hasta entonces”, concluyó.