Los elementos de la Policía Federal “presumieron” que la camioneta en la que viajaban dos funcionarios estadounidenses y el capitán de la Marina, Fabián Molino Yera, “podría tratarse de un vehículo que acababa de ser robado”, por ello los persiguieron y al no detenerse les dispararon.

 

Eso se afirma en el parte policiaco elaborado por los agentes, después del ataque ocurrido el viernes a la altura de Tres Marías, en Morelos, y que entregaron a sus superiores, el cual ya forma parte del expediente.

 

En el documento, los agentes reconocen que, sin respetar los protocolos dispararon contra el vehículo en marcha, el cual, según su descripción circulaba escoltado por dos automóviles Tsuru y un Pointer, los cuales huyeron.

 

“Los elementos de la Policía Federal presumieron que podría tratarse de un vehículo que acababa de ser robado. Por lo que, de acuerdo con la versión de los Policías Federales, dieron alcance a los vehículos, marcándoles el alto; sin embargo, los tripulantes de las unidades hicieron caso omiso y continuaron su marcha entre diversas brechas.

 

“Como parte de las maniobras realizadas para dar alcance a los vehículos, los elementos le dispararon a la camioneta con placas diplomáticas, con la finalidad de lograr que detuviera su marcha, lo cual ocurrió al llegar a la carretera federal México – Cuernavaca, cuando uno de los neumáticos explotó; por su parte, los vehículos tipo sedan tomaron una dirección distinta y se desconoce su paradero”, señala el documento policial.

 

Sin precisar detalles, en el reporte se establece que los agentes adscritos a la Coordinación Estatal del Distrito Federal y del Estado de Morelos de la Policía Federal, llevaban a cabo patrullajes de vigilancia para “inhibir y disuadir la comisión de delitos en las inmediaciones del poblado de Tres Marías”, ya que en la zona se han cometido secuestros y robos de vehículos, incluso, ponen de ejemplo, que jueves, un día antes, había sido secuestrado, durante 5 horas, para robarle su automóvil Passat y dinero, el director del Museo Nacional de Antropología e Historia.

 

Contradicciones y arraigo

 

Después de tres días, la versión de lo ocurrido en la carretera a Cuernavaca, parecen incompletas y en algunos casos son contradictorias. Mientras la Marina y la Policía Federal muestran una descoordinación y confusión, la Embajada de Estado de Estados Unidos en México reafirma que su personal fue emboscado por los agentes federales.

 

Horas después de el ataque, fueron llevados a la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR), un total de 12 agentes federales, quienes hasta ayer permanecían retenidos y continuaban rindiendo su declaración ministerial.

 

De acuerdo a funcionarios de primer nivel de la dependencia, los agentes evidenciaron  contradicciones al declarar, en cuanto a lo ocurrido el viernes, toda vez que algunos señalaron que se trataba de un operativo antisecuestro, mientras que otros alegaron una confusión, e incluso una supuesta primera agresión que recibieron y de la que no se tiene registro.

 

No obstante, la Procuraduría subrayó que la situación de cada elemento se analizará y resolverá de forma individual, pues hay algunos que estaban al mando de la operación, mientras que otros solo siguieron instrucciones de sus mandos.

 

La PGR también analiza la posibilidad de solicitar órdenes de arraigo en contra de los federales que resulten involucrados. Lo anterior, deberá definirse a más tardar el próximo martes.

 

Hasta el momento, la integración de la averiguación previa y las inspecciones ministeriales, está a cargo de la delegación en el estado, aunque están siendo coordinadas de forma directa por la subprocuradora de Control Regional, Procedimientos y Amparo, Victoria  Pacheco Jiménez.

 

La dependencia federal negó que se haya dado intervención a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) en la averiguación previa, y también se desmintió que los policías hubieran sido trasladados a la capital del país, e incluso que se haya llevado a cabo una reconstrucción de hechos.

 

En tanto, la situación jurídica de los doce elementos de la Policía Federal que están a disposición de la delegación regional de la PGR en Morelos cambió la tarde de ayer, luego de que pasaron de ser testigos presentados a probables responsables de la agresión ocurrida en la carretera México Cuernavaca, a la altura de Tres Marías.

 

Hasta el momento el Ministerio Público presume  que algunos de los servidores públicos detenidos podrían ser responsables de la tentativa de homicidio en contra  de los dos funcionarios estadunidenses y un elemento de la Secretaría de Marina. De momento, no se han confirmado otros delitos.

 

Familiares de los agentes federales detenidos señalaron a medios de comunicación en Cuernavaca que se fijó una supuesta fianza de 1.5 millones de pesos por agente para que recuperaran su libertad, pero la Procuraduría rechazó que esto fuera cierto, pues primero deben definirse los delitos que se imputarán en cada caso.

 

Los servicios periciales de la PGR continuaban trabajando hasta el día de ayer en la revisión de la camioneta Toyota con placas diplomáticas BCM242 en la que viajaban los diplomáticos al momento del incidente, y la cual recibió impactos de bala de diversos calibres.

 

Apoyo médico

 

Otra de las contradicciones que muestra el parte policiaco, sobre las versiones que han circulado hasta ahora es que fueron los propios agentes quienes trasladaron a los dos estadounidenses, que resultaron heridos para su atención

 

Las dos personas de Estados Unidos, de 62 y de 49 años de edad, respectivamente, “fueron transportados a bordo de dos carros radio patrulla hasta el kilómetro 51+000 de la carretera libre México – Cuernavaca, donde una ambulancia los asistió en el traslado al nosocomio”.

 

Niegan incomunicación

 

La PGR rechazó que los agentes federales que están a disposición del Ministerio Público se encontraran incomunicados, y dijo que todos ellos pudieron ver a sus familiares durante el domingo.

 

El abogado defensor de varios de los agentes, Marco Aurelio González Flores, interpuso una demanda de amparo por la supuesta incomunicación ante un juzgado federal, la cual le dio entrada. No obstante, se prevé que el recursos quede sin materia, luego de que los policías pudieron comunicarse con sus familiares.

 

La defensa de los uniformados ha insistido en que el incidente derivó de una confusión durante un operativo para detener a unos sujetos involucrados con un supuesto secuestro que se había cometido en el Distrito Federal.

 

Campo de entrenamiento

 

El capitán de la Secretaría de Marina, Fabián Molino Yera, no iba armado ni escoltaba a los empleados de la Embajada de Estados Unidos en México, únicamente los acompañaba al campo de entrenamiento de la Armada de México, que se ubica en el Cerro de El Capulín, en el municipio de Xalatlaco, Morelos.

 

Fuentes de la Marina informaron que en este campo de entrenamiento no funciona como un centro de inteligencia militar ni tampoco como un centro de adiestramiento especializado.

 

“Se han dicho muchas cosas, se han dicho muchas mentiras. El personal naval no escoltaba a los extranjeros, tampoco iba armado, mucho menos con armas largas. Sólo acompañaba a los funcionarios”.

 

“El campo de entrenamiento en el Cerro del Capulín es un campo de adiestramiento normal, donde personal realiza práctica de tiro, de acondicionamiento físico, está alejado de al gente, es una instalación estratégica, pero no un centro de inteligencia ni de operaciones de gran envergadura”.

 

“Encabeza” EU investigación

 

Funcionarios el gobierno de Estados Unidos trabajan directamente en las investigaciones ocurrido el viernes y que provocara que dos de sus connacionales, de quienes no se ha dicho a qué agencia pertenecen, resultaran heridos.

 

De acuerdo a fuentes de gobierno, se ha dado acceso a toda la información que ha solicitado el personal de la embajada de ese país y sus agentes. Incluso, comentaron, han podido presenciar los interrogatorios a los policías señalados como partícipes de la agresión.

 

“Se han llevado fotografías, huellas dactilares, pruebas de todo tipo, ellos están participando directamente en todo, pero también tienen su propia investigación. Al lugar llegaron directamente agentes de la DEA (agencia antinarcóticos estadounidense por sus siglas en inglés) desde un principio están en todo”, explicó la fuente cercana a las investigaciones.

 

Incluso los estadounidenses solicitaron a la PGR un desglose de la averiguación previa relacionada con el ataque que sufrieron dos de sus funcionarios  a manos de agentes de la Policía Federal el viernes pasado, una vez que se resuelva la situación jurídica de los involucrados.

 

Autoridades ministeriales informaron a este diario que la embajada estadunidense y sus representantes están realizando un “estrecho seguimiento” de las pesquisas que se llevan a cabo en Morelos, con la finalidad de enviar un informe con los resultados de la indagatoria  a Washington.

 

El fin de semana, la vocera del departamento de Estado, Victoria Nuland, adelantó estaban trabajando con las autoridades mexicanas en el caso.