Mientras el coordinador parlamentario del PAN en el Senado, Fernando Herrera Ávila consideró que más allá de un “simple perdón” del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, por el error que dijo haber cometido en la adquisición que hizo su familia de la llamada “Casa Blanca” y de la renuncia de Virgilio Andrade, como titular de Secretaría de la Función Pública, lo que se requiere son acciones.

 

Para el coordinador de los senadores del PRD, Miguel Barbosa Huerta, esa acción del primer mandatario es un “hecho inédito”, aunque advirtió que tiene que verse como parte de una estrategia que busca desmantelar la percepción social de que el ejercicio del poder público en México en los tres órdenes de gobierno, es corrupto.

 

El senador panista, insistió en que el tema de la Casa Blanca, debe encontrar el camino de la ley y no quedar como hecho anecdótico, ante una sociedad que –como reconoció Peña Nieto- se ha manifestado indignada.

 

“La entrada en vigor de las leyes anticorrupción, promulgadas este lunes por el Jefe del Ejecutivo, serán las herramientas con las que los mexicanos podrán pasar de esa indignación pasiva a otra activa, para exigir y hacer efectivo que los servidores públicos se conduzcan con transparencia, rindan cuentas y respondan ante la ley por cualquier acto de corrupción”, indicó Herrera Ávila.

 

En tanto, Barbosa Huerta dijo que “en el Gobierno federal tienen medido que el partido en el poder está identificado con la corrupción y este hecho inédito es parte de una estrategia del poder público para intentar variar la percepción que tiene la sociedad. Es parte de una estrategia rumbo a 2018, así lo fueron también las acciones de inconstitucionalidad que la PGR interpuso contra los congresos locales de Quintana Roo, Veracruz y Chihuahua”, dijo.

 

El senador perredista aseguró que el partido en el Gobierno ha visto cómo su capital electoral fue disminuido y avasallado por una percepción social que en el ejercicio del poder actual hay corrupción.

 

“Vamos a ver si en los procesos locales no se desvía el espíritu del SNA, tienen  que pasar muchas cosas para que veamos la verdadera voluntad del poder público en México para separarse de este lastre que se llama ejercicio del poder corrupto”, señaló.