LOS ANGELES. Ochenta niños inmigrantes juramentaron el jueves honor y lealtad a su nueva patria en una ceremonia solemne. De pie y con un brazo en el corazón y el otro levantado, los menores prometieron honrar y dar la vida por su nuevo hogar: Estados Unidos.

 

Sólo los balbuceos de algunos bebés distrajeron la atención pero nadie se inmutó. Niños de 18 países habían llegado a la biblioteca pública del centro de Los Angeles para convertirse en estadounidenses.

 

“Alemania, Armenia, Bangladesh, Camboya, China, Colombia …”, llamó Nancy J. Alby, directora de la Oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos en el condado de Los Angeles. USCIS, según sus siglas en inglés, es la agencia federal encargada del proceso de nacionalización.

 

Uno a uno, los niños y sus padres se fueron poniendo de pie.

 

El oaxaqueño Luis Litez se levantó cuando llamaron a México. Estaba sentado en primera fila con un traje negro, camisa azul y una corbata amarilla con puntos negros. Tenía una banderita de Estados Unidos en la mano y se había vuelto a poner los anteojos con los que estaba jugando.

 

“Estoy orgulloso”, dijo después el menor de 10 años. “También un poco nervioso”.

 

La ceremonia mostró el rostro cambiante de Estados Unidos: niños y muchachos de muchas razas y culturas, de varios colores de piel y con diferentes acentos. Algunos se mordían las uñas, otros estaban muy serios. Los tímidos se apegaban a sus padres y los traviesos trataban de portarse bien.

 

Al igual que Litez, quien vive en Estados Unidos desde 2011, muchos de los niños ya llevan varios años en el país, algo que se notó cuando todos ellos repitieron el juramento a la bandera – en inglés.

 

Aunque extraña a su papá, sus primos y sus tíos que están en su natal El Salvador, Aleida Morán ya se ve viviendo en su nuevo país por el resto de su vida. Tiene sólo 13 años pero ya sabe que quiere ser pediatra, siguiendo los pasos de su abuela que era enfermera.

 

“Me gusta (este país) porque en El Salvador no se dan tantas oportunidades como aquí de tener una vida mejor o sacar una buena carrera. Estoy feliz y me gusta mucho estar aquí”, dijo la niña ante la orgullosa mirada de su madre, Aleida Galán. “(Esto) significa, pues, que nos están dando más oportunidades, que este es un paso grande que yo he tomado en mi vida para que cuando sea mayor yo tenga más oportunidades de hacer algo que yo quiero y tener una buena vida”.

 

Todos los menores obtuvieron la ciudadanía estadounidense a través de sus padres y el juramento fue el último paso del proceso de nacionalización, de acuerdo con USCIS.

 

La agencia dijo que realiza ceremonias de juramento de menores regularmente pero pocas son abiertas a la prensa.

 

La ceremonia coincidió con el Día de la Constitución y el Día de la Ciudadanía, que se celebra cada 17 de septiembre para conmemorar la firma de la Constitución y recordar a los ciudadanos sobre sus oportunidades y responsabilidades como ciudadanos de Estados Unidos.

 

De acuerdo con USCIS, durante el año fiscal 2013 se nacionalizaron aproximadamente 777,416 personas, mientras que el año anterior el total fue de alrededor de 757,434. Hasta el 31 de mayo de este año se han nacionalizado 414,804 personas, de acuerdo con Claire Nicholson, portavoz de USCIS.

 

USCIS no dio cifras sobre nacionalización de menores pero de acuerdo con un estudio del 2013 de la Universidad del Sur de California, el Estado Dorado es hogar de 551,188 niños inmigrantes.

 

 

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