Una niña arrancó sonrisas del Papa Francisco al tomar de su cabeza abruptamente el sombrero que usa el Sumo Pontífice conocido como solideo.

 

 

La menor a las afueras del Vaticano fue alzada en brazos, por su tío, para saludar al jerarca católico.

 

 

El Papa reaccionó amablemente, se acercó para tocarla y darle un beso; sin embargo la niña al responder el gesto, esperó el momento de distracción y tomó el sombrero rápidamente, mientras Francisco intentaba retenerlo.

 


El hecho fue tomado con simpatía y los presentes sonrieron, incluso la seguridad del Papa que realmente fue sorprendida por una pequeña pícara, que evidentemente se divirtió con la travesura, pues no dejaba de reír.

 

 

 

dca