En el aburrido debate de los candidatos que aspiran a gobernar el Estado de México, lo único que quedó claro es que ninguno de los seis tiene la suficiente experiencia para desempeñar tan importante cargo, lo que significa que los electores tendrán que utilizar la técnica “de tin, marín, de do pingüé, cúcara mácara, títere fue”, a la hora de cruzar la boleta el próximo 4 de junio.

 

Aunque presumieron experiencia, trayectoria, honestidad y otras “habilidades”, no convencieron a nadie. Y mucho menos dijeron cómo le van a hacer para combatir, por ejemplo, la inseguridad que es “el mal de males” de la mayoría de los municipios de esa entidad.

 

Frases huecas de Josefina, Delfina, Alfredo et al. “El que la hace la paga”; “los policías honestos te van a cuidar porque les vamos a pagar buenos salarios”, dijo Pina. Del Mazo prometió: “De la seguridad me encargo yo”. ¡Tú solito, apá!, exclamaron los perplejos espectadores. “Vamos a tener más rutas del Mexicable porque en ese transporte no hay asaltos”, precisó. ¿Será porque a los asaltantes les da vértigo las alturas? Y Delfina dijo simplemente: “Para erradicar la inseguridad es necesario reforzar el tejido social a través del deporte, la cultura y la educación. ¡Ah, bárbara! No le van a alcanzar seis años de gobierno para eso, si gana, claro.

 

El gobernador Eruviel Ávila lleva cinco años luchando, es un decir, contra la delincuencia organizada y desorganizada, y a pesar de que el Gobierno federal lo ha apoyado en diversas ocasiones enviándoles las fuerzas federales y hasta al ejército, no se han visto resultados positivos. ¿Y éstos quieren resolver el asunto en 15 minutos?, preguntan los perplejos ciudadanos del Estado de México. Bueno, es que Eruviel es un inepto para eso, podrían decir los candidatos. ¿Nada más para eso?, preguntan sus detractores.

 

De la impartición de justicia, desarrollo social y combate a la corrupción, que fueron los otros temas del debate, no dijeron ni propusieron nada relevante. En materia de corrupción, Del Mazo, Delfina y Josefina echaron mano de “pruebas de inmundicia” que habían recolectado para lanzárselas entre ellos.

 

Para el segundo debate, el respetable sugiere a los tres principales protagonistas: para qué discutir si pueden arreglar sus diferencias a madrazos. Y de paso hacer picante y divertido el espectáculo.

 

AGENDA PREVIA
Lentos, pero seguros. El miércoles por la noche, el pleno de la Comisión de Justicia Partidaria del PRI acordó por unanimidad expulsar del partido a Humberto Moreira Valdés, quien alguna vez fue dirigente de ese instituto, para quienes lo hayan olvidado. En su paso por la dirigencia del tricolor, destacó por sus habilidades para el baile, y por agarrarse a madrazos contra quien se le pusiera enfrente. La susodicha Comisión también aplicó la guillotina a Raúl José Mejía González y José Porfirio Alarcón Hernández. A los expulsados se les acusa de haber “chaqueteado”, al registrarse como candidatos a cargos de elección popular por partidos políticos distintos al tricolor y por su incorporación a los mismos.

 

Despedida. Hace poco más de tres años –el 24 de febrero de 2014- comencé en estas páginas la colaboración cotidiana que hoy concluye con una despedida que es, sobre todo, un mensaje de agradecimiento a los lectores, quienes son razón de ser, de estímulo y sostén de mi trabajo periodístico. Gracias también a Antonio Torrado y a Eduardo Fernández, quienes me brindaron la oportunidad de colaborar en 24 HORAS.

 

 

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