WASHINGTON. En un abierto desafío al presidente Barack Obama, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu se presentó ante el Congreso estadunidense y fustigó el acuerdo que Estados Unidos busca firmar pronto con Irán.

 

“El pueblo judío sufre otro intento de destrucción” en referencia a las intenciones del gobierno iraní de desarrollar un proyecto nuclear y aseguró que la nación persa apoya el terrorismo global.

 

“Debemos unirnos para detener el terrorismo propiciado por el régimen de Irán. Irán quiere muerte para Estados Unidos. Para saber el peligro que corremos, tenemos que entender lo que se intenta desde Irán”, explicó el primer ministro israelí.

 

Netanyahu se refirió luego a la amenaza del Estado Islámico. “La batalla entre Irán y el EI no convierte a Irán en amigo de Estados Unidos”, para el premier ambos quieren imponer un Estado militante. “En lo que respecta al EI, el enemigo de tu enemigo es tu enemigo”, afirmó e insistió en que “acabar con el EI y dejar que Irán consiga armas nucleares sería ganar una batalla pero perder la guerra”.

 

El político comparó la situación con una competición entre Irán y los yihadistas radicales por la corona del Islam militante, en un “mortal Juego de Tronos”.

 

Netanyahu subrayó que las negociaciones nucleares con el régimen del ayatolá Jamenei del Grupo 5+1 (Estados Unidos, China, Rusia, Francia y Reino Unido más Alemania) no implicarían la demolición de las instalaciones de enriquecimiento de uranio en suelo iraní, sino que estarían bajo la supervisión de inspectores.

 

“Este acuerdo no acabará con las armas. Acabará con el control de las armas”, dijo el primer ministro, que puso el acento sobre una de las disposiciones tratadas en las conversaciones del acuerdo sobre el levantamiento de restricciones a Irán en un década si cumple los requisitos.

 

“Irán puede conseguir la bomba (nuclear) quebrando el acuerdo, pero también puede conseguirla cumpliendo los términos”, apuntó Netanyahu, al reiterar la laxitud de la supervisión que según él están considerando en los diálogos.

 

Por ello, el primer ministro llamó a buscar un “acuerdo mejor”, ya que según aseguró “es mejor ningún acuerdo que un mal acuerdo” nuclear. “Enfrentarse a Irán no es algo fácil -advirtió-. Enfrentarse a regímenes oscuros y asesinos no es fácil. Sólo puedo exhortar a los líderes del mundo a que no vuelvan a repetir los errores del pasado. Que no sacrifiquen el futuro por el presente”.

 

La exhortación del líder israelí ocurre dos semanas antes de las parejas elecciones en su país, donde aspira a un nuevo período, y después de que la invitación de dirigirse al Congreso extendida por el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, provocara una tormenta política en Estados Unidos. Más de 48 representantes y senadores demócratas dijeron que no asistirían al discurso, algo muy poco común dados los estrechos lazos entre ambos aliados.

 

Muchos de los planteamientos de Netanyahu fueron recibidos con fuertes aplausos por parte de los legisladores federales, y no sólo republicanos. Pero la retórica no persuadió a todos.

 

Netanyahu no se reunió en la Casa Blanca con Obama. Trató de limar asperezas agradeciendo profundamente a Obama por la asistencia que ya dado a Israel desde que llegó a la presidencia.