TEL AVIV. En el marco de una investigación mayor que ha sacudido a Israel, el premier. Benjamin Netanyahu, estaba siendo interrogado por la policía por la supuesta recepción de “regalos ilegales” y beneficios personales entregados por poderosos empresarios.

 

“Todos estos llamados escándalos han resultado ser infundados y lo mismo sucederá ahora con respecto a las acusaciones publicadas en los medios de comunicación”, dijo Netanyahu, quien rechazó todas las acusaciones en su contra y llamó a sus adversarios políticos a “no festejar antes de tiempo”.

 

Sin embargo, analistas especulan en la prensa local que lo que por ahora parece “una bala perdida” podría convertirse en potencialmente nociva para su futuro político. Netanyahu deberá responder a las sospechas de haber recibido importantes regalos y beneficios de parte de empresarios, que han aparecido en dos sendas investigaciones policiales sobre casos de soborno y fraude.

 

Tras el interrogatorio, la Fiscalía decidirá si abre una investigación criminal. El Canal 2 de la televisión de Israel aseguró el jueves que Netanyahu aceptó “favores” de empresarios israelíes y de otros países. Agregó que Netanyahu fue el principal sospechoso en una segunda investigación que también involucra a miembros de su familia. Dijo que se espera una investigación penal sobre el asunto la semana próxima.

 

Legisladres de la oposición hacen campaña para que Netanyahu sea investigado por corrupción, con base en sospechas de que algunos donantes transfirieron dinero indebidamente para su uso personal, así como por informes de que su abogado personal representó a una firma alemana involucrada en una venta de submarinos a Israel por 1.500 millones de dólares.

 

Conciente de encontrarse en medio de un campo minado, la policía manejó con parsimonia las versiones filtradas a la prensa hacia las hipótesis “menores”, esto es regalos y favores para Netanyahu y familiares suyos por un valor total de “centenares de miles de shekels”.