KATMANDÚ. Los daños sufridos por la única pista del Aeropuerto Internacional de Katmandú obligaron el domingo a las autoridades nepalíes a cerrar las instalaciones a los aviones de gran tamaño que llevan asistencia a millones de necesitados tras el terremoto, pero funcionarios de la ONU dijeron que en general la logística estaba mejorando.

 

La pista principal del aeropuerto fue cerrada temporalmente a los grandes aviones a causa de los daños. La infraestructura fue construida para aviones de tamaño medio, no para las imponentes aeronaves militares y de carga que han estado transportando productos de primera necesidad, alimentos y medicinas, así como rescatistas y cooperantes, dijo Birendra Shrestha, gerente del aeropuerto Tribhuwan, situado en la afueras de Katmandú.

 

Se han advertido grietas en la pista y otros problemas en el único aeropuerto internacional del país y el único capaz de recibir aviones.

 

A pesar del revés, el coordinador de Naciones Unidas para Nepal, Jamie McGoldrick, dijo que los embotellamientos en la distribución de la ayuda estaban desapareciendo poco a poco.

 

“Creo que el problema está ahí, pero ahora está disminuyendo”, dijo agregando que el gobierno nepalí alivió los requisitos de aduanas y otras barreras burocráticas para la ayuda humanitaria tras quejas de la ONU.

 

“El gobierno ha tomado nota de algunas de las preocupaciones que les expresamos y las han abordado tanto en la aduana como en la gestión”, apuntó.

 

El del aeropuerto es sólo el contratiempo más reciente en los esfuerzos de la comunidad internacional para ayudar a quienes sufren las consecuencias del sismo del pasado 25 de abril, el mayor y más destructivo que sacudió al empobrecido país en ocho décadas.

 

Ausencia de ayuda

 

La gente en Nepal —tanto en localidades remotas como en la capital, Katmandú— se han quejado de la ausencia de rescatistas o ayuda internacional y por la falta de albergues temporales, con muchos durmiendo al aire libre por el temor a que las réplicas echen abajo sus dañadas casas.

 

Funcionarios de ayuda humanitaria de Naciones Unidas dijeron que están cada vez más preocupados por la propagación de enfermedades. Señalaron que se necesitan más helicópteros para llegar a villas de montaña aisladas a las cuales era difícil acceder incluso antes del sismo.

 

Por el momento se desconoce aún la extensión real del daño ocasionado y siguen apareciendo reportes de áreas remotas, algunas de las cuales permanecen aisladas por completo. La ONU calcula que el terremoto afectó a 8.1 millones de personas, más de una cuarta parte de los 28 millones de habitantes de Nepal.

 

El gobierno dijo el domingo que la cifra de muertos alcanzó las 7 mil 40 personas. Laxi Dhakal, funcionario del Ministerio del Interior, dijo que las esperanzas de encontrar a más sobrevivientes se han desvanecido. “A menos que estén atrapados en una bolsa de aire, no hay muchas posibilidades”, lamentó.

 

Nepal ha sido sacudida por más de 70 réplicas, y los residentes están nerviosos. Una breve réplica el sábado por la tarde sacudió el único camino pavimentado a la aldea de Pauwathok. Los residentes comenzaron a gritar y correr, y se detuvieron cuando el movimiento cesó.

 

Pauwathok está en el distrito de Sindupalchok, donde se han registrado más muertes que en ninguna otra parte de Nepal — 2 mil 560 en comparación con las mil 622 de Katmandú. La ONU dice que hasta 90% de las casas en Sindupalchok quedaron destruidas.