Una nueva modalidad entre las personas es el neo soltero, quien entre las preferencias de su vida no es tener una pareja, explicó Héctor Cerezo Huerta, doctor en psicología del Tecnológico de Monterrey en Puebla.

 

El también investigador y catedrático del departamento de Estudios Humanísticos de dicho instituto explicó que es una forma de reivindicarse a estar solo, pero no como sinónimo de soledad sino como proyecto de vida, viéndolo como parte valiosa del crecimiento personal y profesional.

 

De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), México cuenta con más del 9 por ciento de hogares unipersonales, los cuales están comprendidos por una persona y de los que se han disparado en los últimos años.

 

“Es una forma de entender que el matrimonio y la pareja no es ni una prioridad ni una preocupación, el planificar una familia no está dentro de sus planes, sin embargo buscan la exigencia en sí mismos”, afirmó Cerezo Huerta.

 

Agregó que también se trata de un movimiento transitorio, pues no hay persona que no pueda estar sin pareja, por lo menos no estable, pero ocasional.

 

Algunas de las características que poseen son la obtención de una estabilidad económica, se preocupan por su aspecto y salud, disfrutan de sus comodidades, viajan y buscan ser profesionales exitosos vinculados a la tecnología.

 

Según datos del sitio Forbes, los solteros pueden alcanzar gastos de hasta 12 mil pesos mensuales por compras en internet, en temas de tecnología, mascotas, compra de bienes y en hobbies, tales como hacer ejercicio, tratamientos de belleza, ropa, salud integral y yoga, respondiendo siempre a los intereses del mercado.

 

En opinión del catedrático, pueden volverse más exigentes en el momento de elegir a una pareja, pues no podría cumplir todas sus expectativas y se tornará mucho más difícil encontrarla.

 

Asimismo, Cerezo Huerta comentó que algunos neo solteros son porque ya tuvieron una experiencia dolorosa y fracasaron, o no quieren tener una experiencia que les cause dolor. “No es una opción elegida si no una consecuencia”, dijo.

 

“Tiene que ver mucho con las creencias irracionales con el amor, el que todo lo puede, es omnipotente, el que lo supera todo. Estas creencias está muy arraigadas con las emociones, y piensan las personas que las relaciones van a ser de la misma naturaleza”, citó.

 

La primera en hablar del término fue la escritora Carmen Alborch dentro de su libro “Solas, gozos y sombras de una manera de vivir”, en la cual la autora colocó el término dentro de sus líneas para describir a los que no están casados.

 

 

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