Los gobiernos de México y Estados Unidos negocian un ambicioso plan para inyectar recursos en Centroamérica en infraestructura, comunicaciones y telecomunicaciones,  que integre esa región al sistema productivo de Norteamérica y contribuya al desarrollo que reduzca la migración y ayude a mitigar los problemas de seguridad en el área, informaron fuentes que conocen de los planes.

 

El plan, por su dimensión y alcance, no tiene precedente,  y amplía drásticamente la agenda bilateral entre los dos países. Las fuentes confiaron en que será uno de los puntos que traten los presidentes Enrique Peña Nieto y Barack Obama cuando sostengan una reunión bilateral esta tarde con sus equipos en Palacio Nacional.

 

El interés por impulsar este plan fue detonado por los temas de seguridad en América Central. Para México, la frontera porosa con Guatemala y Belice es uno de los grandes temas de seguridad nacional que no ha podido resolver en años. Para Estados Unidos, la presencia de cárteles mexicanos en la región, particularmente en Honduras, amenaza los procesos de democratización en la región que comenzaron en los 80, al terminar las guerras civiles.

 

México y Guatemala enfrentan un problema cada vez más creciente por los grupos criminales que extorsionan, secuestran y reclutan a los clandestinos centroamericanos y los millones de personas que cruzan cada año los ochos puentes fronterizos.

 

De acuerdo con datos de la cancillería mexicana,  cada año unos 140 mil hombres, mujeres y niños indocumentados, principalmente centroamericanos, intentan cruzar hacia el norte los mil kilómetros de frontera que separan Guatemala de nuestro país.

 

La guerra que hacen los narcotraficantes para controlar las rutas para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos también preocupa a nuestro país vecino, debido a que los cárteles mexicanos se infiltran cada vez más del otro lado de la frontera.

 

En un reporte oficial presentado a principios de abril, las autoridades estadunidenses señalaron que los grupos criminales mexicanos recurren cada vez más a sobornar a los agentes fronterizos y han tratado de infiltrarse en las corporaciones policiales para eliminar obstáculos a sus contrabandos.

 

El presidente Obama declaró el martes durante una rueda de prensa que las autoridades estadunidenses y mexicanas “hemos hecho grandes avances en la coordinación y cooperación entre ambos gobiernos durante los últimos años. Pero mis sospechas son que esas cosas pueden ser mejoradas”.

 

El plan, de concretarse, incluiría desde Panamá a Guatemala, en un corredor de desarrollo y comercio que conecte con las rutas de comercio en México hacia Estados Unidos.

 

De acuerdo con las fuentes, se propondría la construcción de puentes, carreteras, nuevos sistemas de comunicación y telecomunicaciones, con la participación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que tendría la responsabilidad de identificar los proyectos y establecer sus prioridades de común acuerdo con los gobiernos centroamericanos.

 

Entre los proyectos que serán propuestos por los países centroamericanos está la construcción de un gasoducto entre México y Panamá, que propone el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.

 

Las fuentes no especificaron qué instituciones mexicanas podrían participar en este plan de gran escala. Por la parte estadunidense, agregaron, estaría la Agencia para el Desarrollo Internacional que depende del Departamento de Estado.

 

Estados Unidos y México tienen también un interés económico importante debido a que las 10 empresas más grandes de Centroamérica son mexicanas. Barack Obama quiere entonces enfocar su viaje a nuestro país para discutir temas económicos para mejorar las relaciones en estos ámbitos a largo plazo, ya que considera que ambos países han tomado “demasiado tiempo” en dialogar sobre asuntos de seguridad.

 

Según las fuentes, si se concretara el plan durante la visita, se buscaría convocar a una cumbre de presidentes de México, Estados Unidos y América Central este año para formalizarlo y establecer todos los mecanismos para su instrumentación.

 

Se fortalecería entonces el Proyecto Mesoamérica, conocido como Plan Puebla-Panamá, que busca potenciar la cooperación entre los países de Centroamérica para ampliar y mejorar sus capacidades, así como facilitar el financiamiento y la ejecución de programas de interés regional.

 

CIFRA

10

empresas, de las más grandes de Centroamérica, son mexicanas