El ataque  a los dos estadounidenses de la agencia de inteligencia de Estados unidos (CIA por sus siglas en inglés) fue directo, bien planeado y articulado. Fue ejecutado por personas con entrenamiento tipo policiaco o militar.

 

Esta es la primera conclusión que arrojan las investigaciones, tras la revisión de testimonios, las pruebas periciales de balística, la revisión de la camioneta y del lugar.

 

Una de las hipótesis que se ha definido en las pesquisas es que los posibles responsables de este ataque serían integrantes de Los Zetas, en represalia a las detenciones de sus integrantes, que se han dado a partir de información proporcionada por Estados Unidos.

 

Los funcionarios de la PGR, que trabajan coordinados con investigadores estadunidenses, han definido también que no todos los policías que han sido sometidos a arraigo participaron en los disparos y faltaría por descubrir cuántos más faltan por ser investigados.

 

Los 12 agentes sometidos a arraigo pasaron, durante su trayectoria en la Policía Federal, por lo menos, dos exámenes de control de confianza, que  es un sistema que las autoridades han presumido como muy efectivo para detectar a funcionarios corruptos.

 

Se ha solicitado también a la Coordinación de Seguridad Regional, de Luis Cárdenas Palomino, que envíe la bitácora y registro de los agentes, porque es precisamente entre las 7 y 10 de la mañana en que los policías asignados a la vigilancia de carreteras cambia el turno, por lo que es difícil encontrarlos operando. Sin embargo, el ataque ocurrió después de las 8 de la mañana y no existe confirmación oficial de que esos policías estuvieran investigando en la zona.

 

Los detalles

 

De acuerdo a las investigaciones, el lugar en que comenzó el tiroteo fue un punto ciego y expuesto para los estadounidenses y el capitán de la Marina que los acompañaba en la camioneta Toyota. Los primeros disparos fueron dirigidos a puntos específicos del vehículo, por los que se puede traspasar el blindaje.

 

Esa planeación y exactitud en los disparos sólo pudieron efectuarlos personal entrenado, que previamente vigiló la zona y que identificó los puntos vulnerables para cometer el ataque, explicaron distintas fuentes consultadas por este diario.

 

Los disparos prácticamente no se dirigieron a la parte trasera de la camioneta, explicaron, porque quienes los hicieron sabían que ese punto es el de mayor fortaleza de un vehículo blindado, pero también los disparos revelan tiros precisos contra los dos estadunidenses que viajaban en la parte delantera del automotor.

 

Las mismas fuentes confirmaron que esa base de la Marina, que oficialmente se denomina para prácticas de tiro, es en realidad una unidad de inteligencia, en donde se realizan investigaciones sensibles y a donde habían acudido los dos estadunidenses desde semanas atrás.

 

Estas bases de inteligencia han sido equipadas, en parte, con recursos del Plan Mérida y permiten recibir información de distintas fuentes, cruzarla y definir operativos contra líderes del narcotráfico, principalmente, de acuerdo a un funcionario del gobierno federal, quien reconoció que existen cuatro más en otros puntos del país.

 

Para lograr operaciones efectivas, los agentes de la CIA y de la Marina estadunidense trabajan con los funcionarios de la Armada mexicana en este tipo de centros, de los que han surgido operaciones en distintas ciudades, de acuerdo a las fuentes consultadas.

 

Faltan policías

 

Los investigadores consideran que no todos los 12 agentes sometidos a arraigo participaron directamente en el ataque ocurrido el viernes pasado contra la camioneta Toyota.

 

El papel que habrían jugado los agentes son diversos, desde ofrecer protección a distancia o participar en la persecución de la camioneta. Hay otro grupo de agentes, el que llegó uniformado y que están adscritos a Morelos, que podría ser inocente y que, después de la balacera, ofreció protección a los estadunidenses y al capitán de la Armada, hasta llevarlos al hospital para su atención; aunque podrían estar ligados con los primeros atacantes vestidos de civil y de quienes aparentemente el titular del área, Cárdenas Palomino, no ha presentado a todos los agentes.

 

De acuerdo a los testimonios de algunos de los policías, desde la corporación se les ordenó que vistieran de civil, para realizar investigaciones de la zona, algo que no ha sido acreditado por sus superiores.