MIAMI.- El Museo del Helado que abrirá sus puertas mañana en Miami Beach sin temor al frío, pone a prueba la madurez del visitante invitándolo a bailar, cantar, oler y comer, todo para hacer volar la imaginación.

 

El color rosa envuelve al visitante al entrar en este lugar situado en el Faena District de Miami Beach y la misma tonalidad, en dulces, escaleras o esculturas, le seguirá por las cuatro plantas que tiene el edificio.

 

Como los museos del helado de Nueva York, San Francisco y Los Ángeles, el de Miami Beach será temporal y cerrará sus puertas a mediados de enero en una fecha aún por determinar.

Foto: EFE

 

La visita resulta ser un cúmulo de actividades más allá de comer helado, aunque, como no podía ser de otra forma, las oportunidades para degustarlos abundan a lo largo de todo el recorrido.

 

Nada más entrar, una adivina vaticina tu porvenir, susceptible que sea con unos kilos de más por esta visita, y te introduce a un alimento con tradición milenaria: el helado, “uno de los alimentos más creativos del mundo”. Así lo considera uno de los fundadores del museo, Manish Vora, para el que esta visita “combina todo lo que siempre habías soñado de niño”.

 

El helado une a personas de todo el mundo. Es familias, niños, mayores, parejas en una cita, ‘millennials’ (los nacidos en este siglo). Es mucho más que una cosa dulce”, afirma Vora, el cual invita a dejar fuera todas las nociones previas sobre qué es un museo y qué es una tienda de helados, para “ponerlo todo junto”.

 

Foto: EFE

 

Una sala llena de ventiladores en forma de cucurucho, que a su vez invita al visitante a demostrar sus habilidades como bailarín, un techo del que cuelgan 2.500 ‘polos’ de helado de colores o una jungla de palmeras rosas son algunas de las atracciones del MOIC (Museum Of Ice Cream, en inglés).

 

Entre estos particulares árboles, y entre columpios en forma de plátano o cereza, un congelador alberga helados veganos, ‘kosher’, sin gluten o de chocolate para sobrevivir en la selva azucarada.

 

Foto: EFE

 

En cada sala el visitante es recibido por un integrante del museo que lo hace con más entusiasmo que un niño con un helado de tres bolas, una pasión que contagian y hace que el público adopte el papel proactivo que el fundador del museo insta a tener.

 

El Museo del Helado estará en Miami hasta mediados de enero, una ubicación que escogieron “por su distinta onda” y multiculturalidad.

 

 

 

*edición impresa 24 Horas

 

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