Al menos 50 obras de artistas como Francisco de Goya, Alberto Durero, Rembrandt y Miguel Cabrera, entre otros, provenientes de los museos Nacional de San Carlos, Soumaya, Franz Mayer y el Fondo Ibero-San Felipe de Jesús, integran la exposición “El reencuentro de la belleza. Estampas y grabados del Museo Nacional de San Carlos”.

 

 

La selección que a partir del 1 de abril se presenta en Museo Nacional de San Carlos es una pequeña muestra de una colección integrada por 670 grabados, litografías, aguafuertes, calcografías, mezzotintas, xilografías y facsímiles que provienen de un fondo establecido en 1785 y cuyas imágenes fueron creadas entre los siglos XVI y XVII.

 

 

“En 1781 se fundó una academia en la Nueva España de la que surgieron arquitectos, pintores y grabadores, éstos últimos, de manera específica, para que hicieran las monedas con matices en acero. Fue entonces que el director de la casa de moneda donó unas estampas para crear el fondo inicial de la academia que el rey autorizó años más tarde y que abrió en 1785”, explicó Alberto Soto.

 

 

El curador de la muestra, recordó que durante cinco siglos, personajes como Alberto Durero, Lucas van Leyden, Theodor de Bry, Rembrant, Angelica Kauffmann, Francisco de Goya, Jerónimo Antonio Gil, Miguel Portillo y José Guadalupe Posada, entre otros, inclinaron sus sueños, miradas y genio hacia dos materiales simples: el papel y la tinta.

 

 

Dijo que para transmitir su arte en papel, el artista requirió dominar no solo la creación y el dibujo, sino también la escultura sobre una plancha de madera o de metal; el resultado de la impresión se conoce como estampa y la calidad de obra de arte es indiscutible, equiparable con el producto de cualquier otra disciplina, como la pintura, la escultura o la música.

 

 

Algunas de esas estampas eran exhibidas para que estudiantes de la academia y otras futuras generaciones, las utilizaran como parte de sus ejercicios. “Ello explica que varias tengan orificios, pues estuvieron adosadas a la pared con tachuelas o clavos, eran pagadas en mesas, utilizadas para las clases, de tal suerte que se manchaban, incluso se hacían anotaciones en ellas”, reveló.

 

 

Preocupado porque el patrimonio se conozca y difunda, Soto destacó que las obras fueron estudiadas y clasificadas por estudiantes de la Universidad Iberoamericana, en su mayoría mujeres, quienes realizaron de catalogación, toma de medidas, fotografía y datos bibliográficos, entre otros.

 

 

“El reencuentro de la belleza. Estampas y grabados del Museo Nacional de San Carlos”, se divide en tres núcleos temáticos: El arte del grabado y de la estampa; Estampa europea en la Nueva España y Estampa novohispana y mexicana.

 

 

Se integra con piezas finales del siglo XV hasta principios del XIX, que dan cuenta de cómo eran los talleres de impresión, las tiendas, los gabinetes de estampas, así como los usos que se les daba a estos orígenes múltiples en la religión, las artes y la ciencia.