Miguel Antonio Saucedo Ramírez, abogado defensor de Leopoldo Olvera, padre de los tres niños que fueron envenenados por su madre señalaron que él también está destrozado por lo sucedido, tras un litigo de siete años, en el que ella repetidamente evadió exámenes psicológicos en los que se buscaba analizar si padecía transtornos mentales.

 

La defensa de Leopoldo Olvera aclara que durante estos años, las autoridades, a través de diversas instancias como jueces familiares, magistrados, jueces federales y un Ministerio Público, no hallaron evidencia que comprobara las acusaciones por abuso sexual contra los menores, como acusó la defensa de la madre.

 

También señalaron que durante las entrevistas que realizaron especialistas a los niños, se identificó una conducta de alienación parental sobre ellos por parte de los abuelos maternos, por lo que en la sentencia se había dictado una medida para corregir esta situación .

 

El caso, que inició en agosto de 2011, fue revisado por el juzgado familiar, por una sala conformada por un colegiado de magistrados, un juez federal y el Ministerio Público Federal, como se acredita en los boletines judiciales del Primer Circuito, a donde llegó la solicitud de amparo. Estas instancias no encontraron evidencia que sustentaran las acusaciones que ella realizó en las diversas impugnaciones a las órdenes judiciales.

 

Para esclarecer la decisión de la madre de matar a sus tres hijos y luego suicidarse, la declaración de la abuela materna será decisiva, ya que ella junto al abuelo también habrían participado en los hechos, de acuerdo con los reportes que hasta ahora se conocen.

 

Óscar Montes de Oca, subprocurador de la Procuraduría capitalina, señaló que Leopoldo Olvera ya se presentó ante el agente del Ministerio Público, “desde luego con el dolor que le causa el haber perdido a sus tres hijos”. El funcionario aseguró que durante las indagaciones no se encontró ningún antecedente de abuso sexual en contra de los menores, por lo que “en este momento, no se le pude vincular con algún dato de prueba”.

 

De acuerdo con datos públicos del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, el proceso legal de divorcio inició desde agosto de 2011, y desde noviembre de 2012 se acusó el incumplimiento del régimen de visitas y convivencias.

 

Tras varios años de controversia por el rechazo a someterse a pruebas psicológicas y por la acusación de incumplimiento del régimen de visitas y convivencias, así como de entrevistas a los menores en las que se advirtió alienación parental sobre los menores, el Tribunal determinó que la guardia y custodia debía pasar al padre, sin embargo, la madre no cumplió y durante un año se rehusó a acatar la orden judicial, hasta que esta semana decidió envenenar a sus tres hijos y “Entregarlos a Dios antes que a su padre.”

 

ot