El presidente Enrique Peña Nieto aseguró que se castigarán los actos o negligencias de funcionarios públicos que derivaron en la desaparición de 43 estudiantes de la normal rural Isidro Burgos, en Iguala, Guerrero.

 

Durante la inauguración del Hospital Materno Infantil en Irapuato, el mandatario utilizó gran parte de su discurso para referirse a lo que calificó como “hechos inhumanos y de barbarie” cometidos contra los estudiantes.

 

“Tenemos que ir a profundidad y tope donde tope, llegar a los responsables, a aquellos que por negligencia o por actuación permitieron o solaparon que esto hubiese ocurrido en Iguala y que lamentablemente, de confirmarse, jóvenes estudiantes hubiesen perdido la vida”, dijo a dos semanas de los hechos.

 

Los descubrimientos de fosas clandestinas con 28 cuerpos calcinados

 

-que se presume podrían ser los alumnos de la normal rural de Ayotzinapa- reflejan “claramente el nivel de barbarie y el carácter inhumano que ha tenido este hecho en Iguala” del que las autoridades han culpado al cártel Guerreros Unidos.

 

Ante las marchas realizadas en el país y diferentes partes del mundo para exigir justicia, Peña Nieto apuntó que la desaparición de 43 jóvenes genera indignación, y por eso, “el Presidente de la República es el primero en ser solidario con estas expresiones que con justa razón demandan una investigación a fondo y, sobre todo, dar con los responsables”.

 

Reconoció que la escalada de violencia en Guerrero “empaña el esfuerzo colectivo y nacional que hay por realmente lograr de México un país de mayor progreso y desarrollo”, por lo que ordenó acelerar las investigaciones al gabinete de seguridad federal.

 

El Presidente se comprometió a que “muy pronto la sociedad mexicana pueda conocer quiénes fueron los responsables de estos hechos dolorosos, lamentables”. Y abundó: “es un hecho que no puede permanecer impune. En pocas palabras, no cabe, como lo señalé, el menor resquicio de impunidad”.

 

Aceptó que la desaparición de 43 estudiantes y el asesinato de otros seis ha generado “consternación e indignación, no sólo manifestada entre los mexicanos, sino también en distintas partes del mundo que han expresado el repudio y la indignación ante lo ocurrido en Iguala”.

 

El compromiso del gobierno federal, manifestó, es “trabajar a cabalidad, en coordinación con las autoridades de los otros órdenes de Gobierno, me refiero a los gobiernos estatales y los gobiernos municipales, asumiendo cada uno su responsabilidad”.