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ROMA. Dieciséis personas de nacionalidad húngara, la mayoría estudiantes, han muerto calcinadas, al quedar atrapadas en el autocar en el que viajaban y que se incendió al chocar contra un pilar cerca de la ciudad de Verona (norte de Italia).

 

Los bomberos confirmaron hoy este balance aún provisional de víctimas mortales y cifraron en 39 los heridos, de los que los medios apuntan que uno está en coma y doce presentan lesiones graves.

 

El suceso se produjo anoche cuando un autobús colisionó contra un pilar en la autovía italiana A4 a la altura del municipio veronés de San Martino Buon Albergo, cuando al parecer se dirigía a Budapest de regreso de Francia.

 

A bordo viajaban 55 personas, sobre todo alumnos de entre 14 y 18 años acompañados por algunos profesores y que volvían a Hungría después de pasar unas vacaciones en Francia.

 

Las autoridades aún no han esclarecido las razones del siniestro y consideran que es demasiado pronto para conocerlas, pero, según la primera reconstrucción de los hechos, es probable que la causa sea un problema en una rueda.

 

Así lo afirmó un camionero que, en declaraciones recogidas por los medios, aseguró que una treintena de kilómetros antes del lugar en el que ocurrió el suceso se percató de que el autobús presentaba algún problema en una de sus ruedas.

 

La colisión provocó escenas de pánico, al quedar numerosos jóvenes atrapados dentro del vehículo mientras las llamas se propagaban a gran velocidad.

 

Tras extinguir el virulento incendio, las autoridades han recuperado dieciséis cadáveres, que deberán ser sometidos a pruebas genéticas para su correcta identificación.

 

Los heridos han recibido ayuda de las autoridades italianas y de la cónsul de Hungría en Milán (norte del país), Judit Timaffy, a la espera de que lleguen sus familiares.

 

Tras reunirse con los heridos, la diplomática aseguró a los medios que los jóvenes fueron testigos de escenas de pánico al ver a sus compañeros encerrados dentro del autobús en llamas, que describieron como una auténtica “trampa”.

 

Timaffy explicó que quienes lograron sobrevivir lo hicieron saltando a la carretera después de romper las ventanas traseras con los martillos de seguridad, pues las puertas del vehículo se bloquearon tras la colisión.

 

Destacó el papel desempeñado por uno de los profesores que acompañaban a los muchachos, el de Educación Física, identificado como Giorgio Vigh y que, según los medios, accedió en varias ocasiones al autobús en llamas para rescatar a los alumnos.

 

El docente ha sido hospitalizado a causa de las graves quemaduras que presenta en la espalda, pero no se teme por su vida.

 

La cónsul dijo que el choque se produjo media hora después de hacer una pausa en el camino y pilló durmiendo a muchos de los jóvenes, que se despertaron sobresaltados por la colisión.

 

Tras extinguir el fuego de madrugada, la Policía italiana difundió imágenes del autobús siniestrado que dan muestra de la virulencia del incendio, pues del vehículo solo ha quedado el chasis.

 

Los policías que se personaron en la zona ofrecieron la primera asistencia a los jóvenes y a los profesores que sobrevivieron y que, en algunos casos, permanecían desorientados y descalzos en los arcenes de la carretera, según los medios

 

Las autoridades han procedido al visionado de las grabaciones de la red de cámaras de la autovía con el fin de esclarecer las causas de este accidente, por el que la Fiscalía de Verona ya ha abierto una investigación por homicidio culposo múltiple.

 

El presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, transmitió su pésame y “profunda tristeza” a su homólogo húngaro, Janos Ader, y le trasladó “el máximo compromiso y la más amplia disponibilidad de todas los medios implicados” en las labores de socorro.