ESTAMBUL. Autoridades del hospital que atendía al fiscal Mehmet Selim Kiraz, quien era intervenido quirúrgicamente tras ser tomado como rehén por más de seis horas y herido de gravedad por un grupo terroristas de extrema izquierda, informaron que falleció producto de sus heridas.

 

Horas antes, los dos secuestradores que lo retuvieron fueron abatidos por la policía turca, informó el gobernador de Estambul, Selami Altinok.

 

“Hemos sido pacientes durante seis horas y hemos hecho todo lo posible, pero por desgracia escuchamos disparos desde la habitación de los terroristas y la policía lanzó la operación”, explicó.

 

El gobernador agregó que el fiscal está “herido de gravedad” y los dos presuntos terroristas han muerto en la operación. Con anterioridad varios medios turcos informaron que eran tres los secuestradores abatidos.

 

El fiscal al que los dos hombres armados tomaron como prisionero está siendo operado en un hospital de Estambul, sin que por el momento se conozcan más detalles.

 

A la confusión de los hechos contribuyó hoy un gran corte de electricidad que afectó a Estambul y el silencio informativo sobre el secuestro ordenado por las autoridades.

 

Selim Kiraz es el encargado de investigar la muerte del adolescente Berkan Elvan, víctima de las manifestaciones del parque Gezi, por el impacto de un bote de gas.

 

A través de las redes sociales se difundió una foto que muestra a alguien poniendo una pistola en la cabeza del fiscal y en una pared la bandera y simbología del ultraizquierdista Partido-Frente de liberación popular-Grupo marxista revolucionario (DHKP-C).

 

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Foto: ESPECIAL

 

De acuerdo como varios medios turcos como el diario Hürriyet informaron que se escucharon disparos en el edificio y la policía desplegaron un gran operativo con comandos de elite. Los secuestradores se encuentraban en el sexto piso del edificio, donde está el despacho del fiscal.

 

Amenazan con matar al fiscal

 

Estambul resultó hoy en gran parte paralizada debido a un masivo apagón eléctrico de causas desconocidas en todo el país, lo que aumenta la confusión en torno a lo sucedido.

 

Un comunicado difundido en un sitio web cercano al grupo armado asegurada que los secuestradores exigen a las autoridades que satisfagan varias demandas o amenazan con matar al fiscal.

 

Entre esas demandas está una confesión en directo de los policías sospechosos de matar a ese menor durante las manifestaciones de Gezi y que se facilite a los secuestradores una salida segura del lugar.

 

Fuentes de la Fiscalía han asegurado a Hürriyet que se están llevando a cabo negociaciones entre el grupo de secuestradores y la policía “a través de un mediador que ellos escogieron”.

 

El caso Berkan Elvan

 

Berkan Elvan era un menor turco que falleció a consecuencia del disparo de un bote de gas por agentes de la policía después de permanecer durante nueve meses en coma.

 

El chico de 14 años fue alcanzado en la cabeza en junio de 2013 por un bote de gas cuando iba a comprar el pan en un barrio de Estambul, y murió en marzo de 2014, lo que suscitó una ola de indignación en Turquía.

 

El fiscal Kiraz se hizo cargo de la investigación del polémico caso hace seis meses.

 

Un diputado del opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata) asegura que habló con el padre de Elvan, que ha solicitado que se libere al fiscal, según Hürriyet.

 

Mi hijo ha muerto, pero otra persona no debe morir“, habría dicho el padre de Elvan, según el diputado Hüseyin Aygün.

 

El DHKP-C se atribuyó en enero un atentado contra una comisaria de Estambul en el que murió un policía y una terrorista suicida en el histórico distrito de Sultanahmet.

 

Castigar a los asesinos de Berkin Elvan

 

El grupo justificó su acción como una forma de “castigar” a los “asesinos” de Berkin Elvan.

 

En 2013 otro terrorista suicida de este grupo armado se hizo explotar ante la embajada de Estados Unidos en Ankara y mató a un guardia de seguridad turco que vigilaba la entrada de la legación diplomática.

 

Para muchos en Turquía Elvan se ha convertido en un símbolo de la violenta represión por parte del Gobierno de las protestas de 2013, y de la deriva autoritaria del Ejecutivo islamista que rige el país desde 2002.  DM