LIMA. El expresidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, aseguró que para hacer frente al cambio climático lo primero que debe hacerse es cambiar la percepción de que es un costo para los países, de acuerdo con el resultado de estudios realizados por  la Comisión Global sobre la Economía y el Clima,  pues aseguró esta idea no es cierta.

 

“El principal obstáculo para enfrentar el cambio climático es la percepción general de que abordarlo atañe un costo económico alto que ningún país quiere acometer”, al intervenir en un foro de alto nivel celebrado en el marco de la COP20, en Lima.

 

Calderón participó en la inauguración de la jornada como director de la Comisión Global sobre la Economía y el Clima, junto al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, el presidente del Grupo Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), Rajendra Pachauri, y el presidente de Perú, Ollanta Humala.

 

El discurso del expresidente mexicano en el foro de alto nivel Acción por el Clima provocó que algunos asistentes a la reunión se levantaran de sus asientos para aplaudirlo tras apuntar a la energía, las ciudades y el uso de la tierra como las tres principales líneas de acción para frenar las consecuencias del cambio climático.

 

Calderón explicó que “el principal obstáculo para enfrentar el cambio climático es la percepción general que abordarlo atañe un costo económico alto que ningún país quiere acometer”, según los estudios realizados por su comisión, pero señaló que esta idea no es cierta.

 

“El dilema de escoger entre el crecimiento económico y la mitigación del cambio climático es falso. Es efectivamente posible luchar contra el cambio climático y al mismo tiempo tener crecimiento económico”, afirmó.

 

La primera línea de acción propuesta por Calderón se centra en “desvincular los sistemas energéticos de las emisiones de carbono”, ya que, “gracias a la innovación y la tecnología, podemos usar energías renovables con los costos más bajos de la historia”.

 

Calderón señaló que la segunda estrategia es cambiar el modelo de ciudades, “como Lima y Mexico D.F., (…) donde se amplia su superficie sin dar seguridad y bienestar a los ciudadanos, lo que provoca la pérdida de tiempo y productividad para las personas”.

 

Como tercera prioridad, el político mexicano abogó por “una nueva revolución verde” que elimine la deforestación para el año 2030 y restaure 500 millones de hectáreas de bosques degradados.

 

Calderón también exigió “un plan de acción global” para acelerar la transformación hacia economías bajas en emisiones de carbono, mediante una “reforma fiscal” que incentive el bajo uso en carbono y englobe a instituciones nacionales, regionales y locales.