Mireya Agraz, la mujer que terminó con la vida de sus tres hijos y su padre, había denunciado a su ex esposo, Leopoldo Olvera por abusar física y sexualmente de sus hijos, un niño de 10 años y unas gemelas de 6.

 

 

Durante una entrevista televisiva, la mujer denunció que el sujeto abusó sexualmente de los menores y a raíz de presentar las denuncias recibió amenazas de muerte por parte de su ex esposo.

 

 

Pese a que los abusos habían sido comprobados, incluso con pruebas médicas, el padre de los menores habría ganado la custodia utilizando sus influencias para corromper al sistema.

 

 

En su cuenta de Facebook, Mireya compartía fotos con sus hijos, notas y reflexiones, nadie imaginaría el destino de la historia.

 

 

 

La madrugada del jueves los cuerpos de sus hijos, de 6 y 10 años de edad, así como el del abuelo de 70 años fueron encontrados al interior de una vivienda en la delegación Magdalena Contreras, las pruebas arrojaron que habían sido intoxicados con un medicamento, del cual no se revelaron detalles.

 

 

jram