El nuevo titular de la Sedesol, Luis Enrique Miranda, parece haber llegado “con la espada desenvainada”, y dispuesto a utilizarla contra todo aquél que se le atraviese y le reclame o ponga en duda que los programas electorales, perdón,  asistenciales que en este sexenio han administrado dos secretarios, hayan dado los resultados políticos deseados.

 

La semana pasada, por ejemplo, tuvo un desencuentro con legisladores de su partido, quienes se atrevieron a expresarle su malestar por la desatención de los delegados federales de esa dependencia y la permanencia de panistas como tales (que concertacesionó Felipe Calderón, cuando en las elecciones de 2012 se confirmó que el PRI lo echaría de Los Pinos, dicen los enterados), así como las fallas de operación en los programas electorales de la dependencia en las administraciones de José Antonio Meade y de Rosario Robles).

 

“No nos podemos estar haciendo pendejos, y a mí no me vengan con chingaderas”, dicen que les respondió Miranda. ¡Con esa boquita come el secretario! Exclamaron los perplejos legisladores.

 

Los “paleros” del secretario Miranda dicen que éste se sintió ofendido por la incomprensión de sus correligionarios, pues días antes de la susodicha reunión, Miranda había anunciado un “blindaje extraordinario” para las elecciones de 2017 en el Estado de México. No dijo en qué consistirá, pero dejó entrever que será para ganar los comicios. Prometió que habrá control y transparencias en las operaciones (políticas) de la Sedesol, para la causa, claro.

 

Y para que vean que va en serio el manejo político- electoral de la dependencia,  la semana pasada, Luis Miranda nombró a cuatro de sus “cuadernos”, perdón, a cuatro mexiquenses para que administren el billete que se repartirá en las elecciones del próximo año en dicho estado, perdón, el de los programas sociales y asistenciales. Por cierto que al recién designado subsecretario de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional de la Sedesol, Javier García Bejos, rápidamente los malosos del PRI, ¿o habrán sido los del PAN o los de Morena?, ya “le sacaron sus trapitos al sol”.

 

En cuanto a las peladeces de Miranda, no hay por qué sorprenderse, pues forman parte de su léxico. En Querétaro llamó a los pobladores a “partirles la madre” a quienes intenten deteriorar la seguridad que se vive en ese bonito estado, gracias al trabajo de “Pancho López”, perdón, de “Pancho” Domínguez, quien por cierto es gobernador del PAN. “Así como se parten la madre los migrantes, pártanle la madre a esos malos que quieren venir a su pueblo a quitarles el orden, la paz y los beneficios…”, sugirió. “¿Cuáles?”, preguntaron algunos de los asistentes.

 

Agenda previa

 

Dijo el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, a un grupito de empresarios: “No quitaremos el dedo del renglón para elevar el salario mínimo”.  “¿Tú le crees a ‘Poncho’?”, preguntan millones de personas que ganan una miseria. “¡Nosotros tampoco!”, responden los observadores laborales. Sus declaraciones son parte de la demagogia, pues como también está apuntado en la lista de suspirantes a la candidatura del PRI para la gubernatura del Estado de México, hay que hablarles bonito a los obreros, agregan.

 

Según la crónica política de la toma de posesión del gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, los émulos de la “Familia Burrón” (Don Regino y “Borola Tacuche”) fueron los más solicitados para la foto. Decenas de panistas, desde militantes hasta diputados locales. Desfilaron por su lugar en búsqueda de un saludo, un autógrafo, una “selfie”.