La mina de barita, en donde fallecieron dos hombres luego de un derrumbe, “estaba cancelada, era imposible que alguien lo previera”, dijo el gobernador de Coahuila, Rubén Moreira.
Acompañado de funcionarios federales y estatales, Moreira acudió ayer a la mina en el ejido Lucio Blanco, localizada en el desierto de Cuatrociénegas, para conocer de cerca la problemática.
“Voy al ejido, como fuimos la semana pasada, porque necesitamos mejorar las condiciones ahí; necesitamos que no vuelva a suceder lo que pasó, pero también necesitamos que las condiciones en las que se extrae la barita sirva de beneficio a la comunidad de Lucio Blanco”, dijo en entrevista.
Informó que pidió asesoría a la Canacintra para que en los ejidos de Cuatrociénegas se puedan crear empresas con condiciones de seguridad.
De acuerdo con el gobernador de Coahuila, las personas responsables de ofrecer dinero a cambio de extraer la barita de las minas irregulares están identificadas, lo cual consta en una indagatoria.
La intención es que las comunidades rurales de Cuatro Ciénegas salgan beneficiadas al extraer el material de manera legal y segura.
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