AFGANISTÁN. Millones de afganos han comenzado a votar este sábado para elegir a un nuevo presidente, en una elección que marcará la primera transferencia democrática del poder en la historia de esta conflictiva nación.

 

Un total de ocho candidatos tratarán de ser elegidos para sustituir al presidente Hamid Karzai que constitucionalmente no podía optar a un tercer mandato.

 

Los tres candidatos más fuertes en el presente proceso electoral son Ashraf Ghani Ahmadzai, Abdullah Abdullah y Zalmai Rassoul.

 

Los analistas predicen que el voto de 50 por ciento más uno, necesario para una victoria absoluta, es improbable que se alcance por ninguno de los principales candidatos, lo que es muy probable que se realice una segunda vuelta el 28 de mayo entre los dos aspirantes más votados.

 

El presidente saliente Hamid Karzai emitió su voto la madrugada de este sábado en medio de fuertes medidas de seguridad. Afganistán nunca había tenido una elección tan organizada meses atrás.

 

Sin embargo, los primeros incidentes violentos se registraron en la provincia sureña de Logar, cuando al menos cuatro personas que se disponían a votar resultaron heridas por la explosión de una bomba en un colegio electoral.

 

“La explosión tuvo lugar cerca de un colegio que sirve de centro de votación”, indicó el gobernador de la localidad de Mohamad Agha, Abdul Hamid.

 

La votación también fue interrumpida en tres colegios electorales en la provincia de Logar, tras el atentado, y siete colegios electorales en la provincia de Khost.

 

En Kabul, dos personas, incluyendo un jefe de policía en la provincia de Wardak, fueron arrestados por rellenar cinco urnas en el distrito de Saeedabad.

 

El gobierno ha puesto en marcha una intensa operación de seguridad para evitar que el Talibán interrumpa las votaciones en la primera transferencia de poder por la vía democrática en el país.

 

Miles de agentes de seguridad afganos participan en la mayor operación militar desde la caída del Talibán hace 13 años.

 

Estados Unidos y otros países esperan que las elecciones sean libres y justas para darle un pequeño éxito a los 13 años de ocupación armada por parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que a finales de año llegará a su fin.