BUDAPEST. Miles de refugiados exhaustos, sorprendidos y aliviados llegaron este sábado a Austria y Alemania al completar travesías épicas en bote, autobús, tren y a pie para huir de la guerra y la pobreza.

 

Antes del amanecer bajaron de una flota de autobuses húngaros en la frontera austríaca, donde fueron recibidos cálidamente por voluntarios que les ofrecían camas y té caliente. Unas horas después de recibir primeros auxilios, muchos continuaron viaje hacia Viena o a la ciudad de Munich, en el sur de Alemania.

 

La agencia de la ONU para los refugiados ACNUR elogió a los dos países por recibir a los refugiados.

 

“Esto es liderazgo político basado en valores humanitarios”, dijo la ACNUR en un comunicado el sábado. El organismo también elogió a los grupos de la sociedad civil por recibir a la gente necesitada y comentó que “la notable respuesta pública” ha llevado a algunos gobiernos a modificar su política sobre la aceptación de migrantes.

 

Sin embargo, aclaró que “la concentración de refugiados y migrantes en un pequeño número de países dispuestos a recibirlos no es una solución sostenible”.

 

Por otra parte, la policía alemana allanó la casa de un berlinés de 26 años al que se acusa de festejar en Facebook la muerte de un niño sirio cuyo cadáver apareció en una playa en Turquía.

 

La vocera policial Valeska Jakubowski dijo a The Associated Press que los agentes se incautaron de una computadora y dos teléfonos celulares.

 

El hombre, cuya identidad no se dio a conocer, es investigado por “difamación de la memoria de un difunto e incitación al odio”. De ser declarado culpable, podría ser condenado a un máximo de tres años de prisión.

 

La policía dijo que reprodujo la foto de Aylan Kurdi, el niño sirio de tres años, con la leyenda “no lo lloramos sino que lo festejamos”.

 

El traslado de migrantes durante la madrugada ofreció un alivio inmediato a Hungría, que batallaba para hacerse cargo del flujo de miles de inmigrantes que llegan diariamente al país desde Serbia: una nación que no forma parte de la Unión Europea. Sin embargo, los funcionarios advirtieron que la ola humana sigue aumentando en el sur de Hungría, y la llegada de viajeros a Budapest continúa apenas horas después de una evacuación masiva en la principal estación de trenes de la capital húngara.

 

La aparente futilidad de detener el avance de los migrantes quedó de manifiesto cuando Hungría anunció el sábado que no repetiría el servicio de autobuses a la frontera. Inmediatamente después, dos grupos iniciaron la caminata hacia la frontera: unos 200 que salieron de un campamento pare refugiados cerca de la ciudad de Gyor y unos 300 que abandonaron la estación de Keleti en el centro de Budapest, epicentro de la crisis en Hungría.

 

Helmut Marban, vocero de la policía austriaca, dijo a los reporteros que cerca de 4.000 inmigrantes habían ingresado a Austria por la frontera con Hungría para el mediodía.

 

Hungría desistió a las demandas de que los viajeros se reportaran a los centros de asilo operados por el gobierno luego que las autoridades fueran desafiadas por los inmigrantes, que en su mayoría provienen de Siria, Irak y Afganistán.