Con enormes banderas mexicanas, megáfonos para entonar cánticos y pequeñas lámparas de mano, miles de personas ya se encuentran ubicadas en los camellones laterales de Avenida Río Churubusco, casi esquina con Canal de Tezontle, para recibir al Papa Francisco en su primera visita a México.

 

“Ya aterrizó”, se esucha decir a varias personas y que, algunas de ellas en sillas de ruedas o con muletas, llevan alrededor de dos horas sentadas en el lugar para poder admirar unos segundos al Pontífice, que tanto ha tocado los corazones del pueblo mexicano debido a su procedencia latina.

 

La familia Reyes, que incluso lleva una enorme colchoneta para poder sentarse en el suelo, señala que vive “aquí cerquita”, en la Unidad Habitacional Infonavit Iztacalco, y llegó desde las 17:00 horas para poder recibir la bendición del Papa Francisco, a quien cree que es “más buena onda que los anteriores” porque es latino.

 

El frío de la noche tampoco merma el ánimo de la gente, que con enormes chamarras y bufandas ya comienza a cantar el “Cielito Lindo”, “La Guadalupana” o a entonar cánticos tales como “Por decreto, divino, el Papa es latino” y “Se ve, se siente, el Papa está presente”, entre otros.

 

Por su parte, los ambulantes también esperan que la bendición del Papa llegue hasta sus bolsillos, por lo que ofrecen banderitas con la imagen del Pontífice por 20 pesos, así como lamparitas de mano “de a 10 pesos”, para que el Papa Francisco “vea la luz” de los mexicanos.

 

De acuerdo con los coordinadores de vallas, voluntarios que están desde las 15:00 horas en el lugar cuidando que la gente no cruce la avenida, no saben a qué hora pasará el Papa, pero señalan que seguramente les anunciarán por sus radios cuando ya esté cerca y los asistentes puedan ver, aunque sea unos momentos, al Papa Francisco a bordo de su vehículo.