Hacer justicia en 140 caracteres es posible y así lo demuestra Michel Pesquera, más conocido en Twitter como ‘Mr. M’, un fotógrafo y alpinista ‘amateur’ que se ha convertido en un Robin Hood digital por sus máximas filosóficas con las que defiende causas justas e invita a mejorar el mundo.

 

A sus 38 años, el mexicano @MichelPesquera ha vivido en la Cordillera del Himalaya, se ha convertido en el primer hombre en subir 30 cumbres mexicanas de más de 4.000 metros en tan sólo 25 días, y ha logrado reunir a más de 2 millones de seguidores en torno a sus hazañas y su predicamento en su cuenta personal de Twitter.

 

Tweets para un mundo mejor

 

Pero más allá de estas cifras, sus viajes alrededor del mundo o su condición de tuitero consagrado, lo más llamativo de Pesquera es que, en esta época de egolatría y adulación a través de Internet, él utiliza la web para “luchar por causas justas” desde una posición que, sin llegar al anonimato absoluto, revela muy poco de su vida personal.

 

“Yo no me considero una persona pública, de hecho, nadie me reconoce por la calle”, ha explicado Michel Pesquera a Efe Estilo en una entrevista, en la que ha matizado que se ve a sí mismo “como un medio de comunicación pequeñito”.

 

Una visión que trae consigo una responsabilidad: “Defender las causas justas y luchar contra las que no lo son”,algo que Pesquera logra gracias al respaldo y la influencia que le otorgan sus 2.170.000 seguidores, que le ayudan a difundir peticiones solidarias, casos de maltrato animal o desapariciones en México.

 

“Soy responsable de dar a conocer estas cosas e intentar que se solucionen”, sostiene este justiciero ‘online’.

 

Aficionado al alpinismo y a la fotografía, Pesquera llegó a Twitter en 2010 en busca de patrocinadores que financiaran sus retos de escalada, una estrategia que no llegó a dar frutos, ya que, según explica, “en América Latina todos los patrocinios se destinan a los artistas”.

 

Sin embargo, lo que sí ha logrado es hacer de estas plataformas sus aliadas a nivel profesional y personal, especialmente la plataforma de los 140 caracteres, que le ha abierto “muchísimas puertas” y le ha dado la oportunidad de conocer a personas influyentes, desde científicos y empresarios hasta varios presidentes de la República.

 

A todos ellos ha expuesto los mismos pensamientos que comparte cada día con sus seguidores, acostumbrados a recibir de Pesquera reflexiones positivas y llenas de motivación, que le vienen a la mente inspiradas por las situaciones “del día a día”, “las buenas charlas con amigos” o el alpinismo.

 

“El alpinismo te enseña muchas lecciones, como que una buena actitud te permite resolver situaciones o que, en la vida, hay unas reglas básicas que se deben cumplir siempre”, cuenta el deportista aficionado, quien recuerda que, ante una tormenta en la montaña, “la gente que se altera o entra en tensión muere, mientras que quienes mantienen la calma, disfrutan y salen del paso”.

Michel Pesquera enseña a hacer justicia desde el móvil

 

Junto con estas píldoras de optimismo, el mexicano aprovecha su difusión para plantear situaciones criticables “que deberían cambiar”, como la corrupción política, una de las preocupaciones que ocupan buena parte de sus ‘tweets’, con los que demuestra que las redes sociales pueden ser “una herramienta para ayudar o hacer justicia”.

 

Pero hacer del mundo “un lugar mejor” a base de mensajes en la web no le sería posible sin el respaldo de su comunidad de lectores, a quienes “estima mucho”, porque asegura que con el mero hecho de leerle le ayudan a “compartir” su “mensaje”, lo que también contribuye a se sienta “más responsable” sobre su contenido.

 

Una muestra de ejemplaridad en la web que no está de más, especialmente en una región como América Latina, donde, tal como relata el propio Pesquera, Twitter y Facebook están “prostituidas” por políticos corruptos, que llegan a crear perfiles falsos desde los que “amenazan” a otros candidatos o a ciudadanos que critican sus conductas.

 

“Yo he llegado a recibir amenazas de muerte por reprochar el comportamiento de algún político”, ha asegurado Pesquera que, acostumbrado a recibir en torno a 5.000 interacciones diarias en Twitter -la mayoría de ellas buenas-, no se deja “intimidar” por esas amenazas veladas, si bien entiende que un usuario estándar sienta “miedo” ante esa misma situación.

 

Esos casos, sumados al “exceso” de cuentas que intentan vivir de su popularidad sin trabajar su contenido, y la “inconsciencia” de la gente a la hora de compartir información, componen la cara oscura de estas webs que, por otro lado, tienen “mucho potencial” como plataformas de lanzamiento y apoyo a nuevos talentos y causas solidarias.

 

“Lo bueno mal empleado se convierte en algo malo”, resume Pesquera, que mira al futuro de Twitter con la esperanza de que, poco a poco, los malos comportamientos vayan desapareciendo y “sólo queden los perfiles que generen algo bueno”.

 

Mientras tanto, su perfil seguirá siendo una especie de oasis en medio de la vorágine de Twitter, y una fuente de inspiración para el resto de usuarios de la red que, leyendo a Pesquera, recuerdan que cambiar el mundo a través de las redes sociales, es posible.

 

dca