CIUDAD DEL VATICANO. El Papa Francisco expresó hoy su cercanía con los afectados por las violentas explosiones del miércoles en el puerto de Tianjin, en el norte de China, que hasta el momento ha dejado un saldo de 104 muertos.

 

“Mi pensamiento va, en este momento, a las poblaciones de la ciudad de Tianjin, en China septentrional, donde algunas explosiones en el área industrial causaron numerosos muertos y heridos, además de ingentes daños”, dijo el Papa en italiano.

 

“Aseguro mi oración por aquellos que han perdido la vida y por todas las personas afectadas por esta tragedia; el señor de alivio a ellas y sostén a cuántos están empeñados en aliviar sus sufrimientos”, agregó ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro.

 

Las explosiones, que dejaron 721 personas hospitalizadas, tuvo su origen en una bodega usada para almacenar químicos tóxicos y causó graves destrozos en varios kilómetros a la redonda en el puerto de Tianjin.

 

Poco antes de pronunciar la oración del Angelus, Jorge Mario Bergoglio reflexionó sobre la fiesta de la Asunción que la Iglesia católica celebra este día y pidió rezarle a la Virgen para que “aclare el camino” de los creyentes y les “indique la meta”.

 

“La fe es el corazón de toda la historia de María; ella sabe –y lo dice- que en la historia pesa la violencia de los prepotentes, el orgullo de los ricos, la arrogancia de los soberbios”, constató.

 

“No obstante, María cree y proclama que Dios no deja solo a sus hijos, humildes y pobres, sino que les socorre con misericordiosa premura, derribando a los poderosos de sus tronos, dispersando a los orgullosos de corazón”, apuntó.

 

Al final, improvisando, el Papa aseguró que sería bello si todos los que asistieron a la Plaza de San Pedro pudiesen este día ir a visitar a la imagen de la Virgen “Salus Populi Romani”, patrona de Roma que se encuentra en la Basílica Santa María la Mayor. “Sería un buen gesto”, expresó.