El rey de España, don Felipe VI de Borbón, reconoció a México como un país confiable para la inversión, especialmente después de la aprobación en el Congreso de las reformas estructurales, promovidas por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Este miércoles, durante la sesión solemne que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión celebró para recibir a los reyes de España, Felipe VI de Borbón y Grecia, y Letizia Ortiz Rocasolano, el monarca español afirmó que México ha generado confianza e interés para la inversión extranjera, producto de las reformas que permitieron la apertura de sectores como el energético y de telecomunicaciones.
Al hacer uso de la tribuna, el jefe de la corona española, recordó que México ocupa el sexto lugar entre los países del mundo con mayor inversión en la nación ibérica, y el primer lugar a nivel América Latina, mientras España es para nuestro país, el segundo inversionista más importante.
Sin embargo afirmó, España tiene gran interés de fortalecer y ampliar aún más esos flujos de inversión y de colaboración en todos los sectores posibles.
“Esa confianza que inspira a México es el interés generado por las reformas que ha puesto en marcha y que transmiten una clara determinación de su sociedad e instituciones por avanzar y mejorar (…) Desde España se sigue con mucho interés este impulso y por ello deseo ofrecer hoy aquí nuestro apoyo y la mejor disposición a México en esta nueva etapa. Estas reformas abren sin duda nuevas vías parta fortalecer y ampliar los flujos de inversión y la colaboración en los más diversos ámbitos”, declaró.
Enfatizó que España y México son verdaderos socios estratégicos, al concentrarse en nuestro país, más de 5 mil 300 empresas españolas, de todos los sectores, que dijo, contribuyen a generar empleo, riqueza y bienestar.
Por su parte, el presidente de la Comisión Permanente, Miguel Barbosa Huerta, afirmó que la presencia de empresas españolas en territorio mexicano resulta fundamental para el sostenimiento de ambas economías.
Señaló que tras la aprobación de las reformas estructurales, México y España deben crear las condiciones para que el intercambio comercial llegue a sus verdaderas capacidades principalmente en los sectores energético, de telecomunicaciones, y turismo.