México no organizará el Mundial de Natación de 2017 en Guadalajara. Simplemente el país no está en condiciones de pagar 100 millones de dólares para que, de la manera más literal posible, otros hagan negocio.

 

Y aunque en este caso fue involuntario, ya que México no contaba con la caída en los precios internacionales del petróleo y mucho menos con tener que reducir el gasto público en 124.3 mil millones de pesos, el retiro de los gobiernos del pésimo negocio que es organizar competencias deportivas de gran magnitud es una tendencia.

 

Así los Mundiales de Natación y Atletismo, la Copa del Mundo de Futbol, los Juegos Olímpicos, incluso el Super Bowl saca ronchas cada vez más difíciles de ocultar a las finanzas públicas y las exigencias de los organizadores prácticamente volvían a las ciudades sus rehenes.

 

Cuando Jerry Weiers, alcalde de Glendale, Arizona, dijo hace que estaba preparado para las pérdidas que dejaría el Super Bowl XLIX, la NFL reaccionó con furia en voz del presidente de los Cardenales de Arizona, quien llamó miope e incompetente a Weiers. Pero así es, pagan 40 millones de dólares anuales en intereses de la deuda contratada y no hay forma de que los ingresos extras por el partido final de la NFL lo compensen.

 

El peor desastre lo vive Grecia que organizó los Juegos Olímpicos de 2004 y sus instalaciones están en ruinas. Sin ir más lejos, en Sochi las instalaciones olímpicas invernales están comenzando a deteriorarse y la ciudad ni remotamente se ha convertido en el polo de atracción mundial que soñaron los gobernantes rusos. Brasil está en las mismas con sus estadios en la Amazonia.

 

París mostró el camino. Sólo aprobarían la candidatura de esa ciudad a los Juegos Olímpicos de 2024 después de que el Comité Olímpico Internacional (COI) se conforma con que se puedan utilizar las instalaciones ya existentes. Incluso, el COI aportará dinero para organizar los juegos, mil 800 millones de dólares.

 

El COI dio ese giro para traer los Juegos de vuelta a las principales economías mundiales, que ya no estaban interesadas en hacerlos por el costo que implica para los contribuyentes.Por eso países como China, Brasil, Rusia y Qatar, economías emergentes con ganas de enviar mensajes con ayuda de los macro eventos deportivos, son los únicos interesados y hasta pelean por organizarlos.

 

Encima, los organizadores sólo se quedan con instalaciones de costoso mantenimiento y cuestionable utilidad y las deudas que acarrean, mientras que las grandes corporaciones deportivas mundiales se llevan todas las ganancias.

 

Así que antes que lamentar la medida de la Conade, cabe preguntar cuánto dinero más se ahorrarán además de los 100 millones de dólares que se habían presupuestado. Buen negocio echarse para atrás incluso descontando los 9.5 millones que ya se habían gastado y los cinco millones de dólares que tendrán que pagar como compensación a la Federación Internacional de Natación.

  

El error de diciembre y el Mundial de Atletismo de 1997

 

En 1995, México decidió no organizar el Campeonato Mundial de Atletismo que se celebraría en la Ciudad de México, debido a la crisis económica que se originó en diciembre de 1994. La decisión la tomó en ese momento el presidente Ernesto Zedillo y se lo comunicó a la Federación Internacional de Atletismo.

 

Por contrapartida, México organizó el Campeonato Mundial de Futbol en 1986 en plena crisis económica y después de que Colombia renunció a organizarlo justo por problemas económicos.

 

 

2 replies on “México renuncia al Mundial de Natación del 2017”

Comments are closed.