México propuso hoy en la Organización de Estados Americanos (OEA) que la Asamblea General de este año se celebre en su capital, Ciudad de México, entre el 19 y el 21 de junio, sin oposición de ninguna delegación.

 

La propuesta debe aprobarse formalmente como resolución en otra reunión del Consejo Permanente, pero todo apunta a que saldrá adelante, ya que ningún embajador se opuso hoy a la idea.

 

La Asamblea de México será la primera reunión de todos los cancilleres del continente con el nuevo Gobierno estadunidense de Donald Trump, salvo Cuba, que no ha aceptado la invitación a reintegrarse en el organismo tras levantarse en 2009 su suspensión de 1962.

 

El embajador mexicano en la OEA, Luis Alfonso de Alba Góngora, presentó hoy las fechas del encuentro en el Consejo, que reúne a los embajadores en la sede de Washington, tras “numerosas consultas” con los países miembros.

 


 

México quiere renovar el formato de la Asamblea, la reunión anual de cancilleres americanos, para lograr “una discusión, abierta, directa y franca”.

 

Como recordó el embajador, la última vez que se revisó el formato de la cita principal de la OEA fue en 1998, previo a la Asamblea General celebrada ese año en Caracas (Venezuela).

 

De Alba, un veterano de los organismos multilaterales, reconoció que “hay una cierta fatiga en los eventos internacionales”, algo que “tiene mucho que ver con que se voltee hacia atrás en lugar de hacia adelante”.

 

“Queremos que los diálogos de la Asamblea estén focalizados en atender los retos y oportunidades que se le presentan a la organización”, indicó el diplomático.

 

Entre los embajadores que expresaron su apoyo a la propuesta estuvo el representante interino de Estados Unidos, Kevin Sullivan, quien le trasladó el “apoyo total” de su país en los preparativos de una reunión “que tradicionalmente es muy importante”.

 

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, ofreció “flexibilidad y colaboración” para que en la Asamblea de Ciudad de México “haya discusiones reales sobre temas reales”.

 

“Esperamos que sea verdaderamente un punto alto en la historia de la organización”, afirmó el excanciller uruguayo, para quien el encuentro será su segunda Asamblea como titular del organismo continental.

 

México, según dijo De Alba a EFE la semana pasada, espera que en su primera Asamblea General ordinaria de la OEA no se vea “el contraste” que hubo en la de 2016 en Santo Domingo (República Dominicana) entre la agenda oficial prevista y el tema que acabó centrando el encuentro: la crisis política y social de Venezuela.

 

El embajador no teme que Venezuela o la tensión entre EU y México por el muro fronterizo de Trump se lleven el protagonismo en una Asamblea que “tendrá muchos temas interesantes” y “una discusión mucho más abierta”.

 

México espera además que acuda a la cita el nuevo secretario de Estado de EU, Rex Tillerson, porque sería “una gran oportunidad” para tener su primera reunión con todos los cancilleres de la región.

 

“Sería algo que nosotros esperaríamos, desde luego. Primero porque se trata de la primera Asamblea de la nueva Administración y es una oportunidad extraordinaria para encontrarse con todos los cancilleres, y también por la importancia que él (Tillerson) le da a la relación con México”, indicó De Alba la semana pasada en entrevista con EFE.

 

jr