Aunque usted no lo crea, México va con una estrategia retadora a la renegociación (¿?) del Tratado:

 

-Ojo por ojo.

 

Todo dentro de la ley.

 

Es interesante ver los guiones preparados por y para el equipo negociador mexicano, compuesto por Luis Videgaray, Ildefonso Guajardo y José Antonio Meade.

 

Hay un punto de partida:

 

-Si Estados Unidos quiere retirarse del Tratado, que se vaya y México regirá sus relaciones comerciales con las reglas multilaterales, en especial de la OMC.

 

Tres líneas destacan en la introducción del proyecto nacional:

 

En el supuesto de que Estados Unidos comience a incrementar aranceles unilateralmente a México, se llegaría al estatus de violación de la cláusula de nación más favorecida que tiene a su favor México dentro de la OMC”.

 

Dice también:

 

La imposición de un arancel de 35% a las exportaciones mexicanas que amenaza con imponer el presidente Trump puede ser rebatida por México al amparo del TLCAN y de la OMC”.

 

No se prevé ningún cambio en seis meses

 

Más adelante vienen otros detalles.

 

Parte del supuesto –un supuesto legal poco acreditable a un atrabiliario como Donald Trump– de avisar con al menos seis meses su intención de salirse del Tratado con Canadá y México.

 

O sea, el gobierno de Enrique Peña no prevé modificaciones en la primera mitad del año.

 

Y si fuere el caso, “entrarían en vigor las tarifas arancelarias de la OMC. Por ello México exportaría con tarifas relativamente bajas a Estados Unidos, en promedio de 3% tras una revisión de todas las fracciones arancelarias”.

 

Esto incluiría, por ejemplo, un arancel de 2.6 para los minerales no metálicos, mientras el sector agropecuario tendría 1.2%.

De acuerdo al Tratado y los cálculos mexicanos, “únicamente alrededor de 30 fracciones arancelarias alcanzarían un arancel promedio de 5%”.

 

Hay antecedentes.

 

En 2009 se impuso un arancel a 90 productos industriales y agrícolas procedentes de Estados Unidos por incumplimiento del TLCAN por impedir el autotransporte de carga mexicana.

 

Hubo cargas arancelarias de 10 a 20% a vino tinto, teléfonos, champús, árboles de Navidad y muchos otros.

 

Slim a Trump: seguiré invirtiendo en EU

 

1. Si alguien cree intimidado a Carlos Slim por Donald Trump, está equivocado.

 

El magnate neoyorquino recibió una respuesta inconfundible cuando hablaron de capitales y proyectos.

 

-Yo seguiré invirtiendo en Estados Unidos –aseguró Slim.

 

Empresarios al fin, no hubo mayores divergencias ni cuestionamiento, y quedaron amigos con la posibilidad de volverse a reunir, aunque ahora la agenda de la Casa Blanca no es la de Trump.

 

2. En el gobierno capitalino tampoco se advierte pesadumbre.

 

Miguel Mancera logró 90% de su proyecto en la Constitución para la Ciudad de México.

 

Y el procurador Rodolfo Ríos estudia cómo incluir en un fondo de ayuda a las víctimas cuando los policías ministeriales quisieron evitar el asalto a la nadadora.

 

Los disparos, han confirmado los peritajes, iban directos al ladrón, pero éste se movió y fueron contra la cajuela de un Uber.