En México existe un patrón de violencia contra defensores de los derechos humanos y periodistas, en especial si estos forman parte de grupos vulnerables como mujeres o comunidades indigenas, a esa conclusión llegó el relator especial de Naciones Unidas sobre la situación de defensores de derechos humanos, Michel Forst, quien hoy concluye su visita a nuestro país.

 

“He recibido información de diversas fuentes que muestran los elevados niveles de inseguridad y violencia que enfrentan quienes defienden derechos humanos en el país. A pesar del avance hecho en algunos frentes, el nivel de violencia permanece alarmantemente alto y afecta a la población en general”, dijo Forst en conferencia de prensa.

 

El representante de la ONU comentó que si bien no puede haber una comparación con otras naciones, México es un país peligroso para los defensores de derechos humanos.

 

La visita de Forst fue del 16 al 24 de enero y en ella se reunió con 800 defensores de derechos humanos de 24 estados de la República, destacando que 60% fueron mujeres.

 

Añadió que identificó dos problemas, el primero que las agresiones provienen no sólo de los grupos del crimen organizado, sino también de elementos de cuerpos de seguridad como policía, ejercito o marina; además del alto grado de impunidad, la cual alcanza 98% de los casos.

 

Finalmente, el representante de la ONU emitió una serie de recomendaciones como el combate a la impunidad, implementación de mecanismo de defensa, entre otras.

 

El documento fue entregado esta mañana a Roberto Campa, subsecretario de Derechos Humanos de Segob, y Miguel Ruiz Cabañas, subsecretario de Derechos Humanos de la SRE.

 

Después de entregar el informe, Forst confió en que el Estado mexicano atienda las recomendaciones.

 

jram