En México, aunque ha habido una mejora en la atención en salud sexual y reproductiva, las escuelas carecen de mecanismos institucionales para impartir una educación integral en sexualidad, esto de acuerdo al estudio Evaluación de la implementación de la Declaratoria Ministerial Prevenir con Educación, la cual realizó un grupo de 100 organizaciones no gubernamentales latinoamericanas.

 

La Declaratoria Ministerial Prevenir con Educación es un acuerdo impulsado por Naciones Unidas que firmaron ministros de educación y salud de 30 países latinoamericanos durante la XVII Conferencia Mundial sobre VIH/Sida, celebrada en la Ciudad de México en 2008, esto para reducir la incidencia en los embarazos entre adolescentes y los contagios de VIH.

 

Ahí, los países que lo suscribieron se comprometieron a que en 2015 reducirían 75% el número de escuelas que no imparten educación integral en sexualidad, y a reducir 50% el número de adolescentes y jóvenes sin cobertura de servicios de salud que atiendan sus necesidades de salud sexual y reproductiva.

 

En el caso de México, el estudio indica que lleva 75% de avance global en las metas, siendo que hay una brecha importante entre los temas de salud y educación. Sin embargo, aunque en salud se reconoce 90% de avance en las metas de los compromisos de la declaratoria, en educación apenas hay 45%, esto debido a que no existen programas adecuados para que los jóvenes aprendan sus derechos sexuales y reproductivos.

 

Este estudio recabó información oficial sobre los programas existentes de 17 países latinoamericanos; México se colocó en el lugar 9 de 17, siendo que Uruguay ocupa el primer lugar con 92% global, mientras que Chile, con 39%, está en el último peldaño.

 

“Nosotros planteamos la necesidad de hablar de estos temas, pero no es fácil la lucha contra grupos conservadores. No tanto es por la iglesia, sino por la jerarquía, que no debería ser porque estamos en un Estado laico. Son los gobernantes, que tienen sus compromisos personales y políticos, que hacen negociaciones con los jerarcas y eso da el traste con los programas”, aseguró José Ángel Aguilar, coordinador de la Red Democracia y Sexualidad, una de las ONG que realizó el estudio, en conferencia de prensa al presentar el estudio.

 

De acuerdo a cifras del INEGI de 2012, 192 mil menores de 18 años se embarazaron, de los cuales 55% de los casos no fue planeado. Este número es preocupante para el Estado mexicano, que en su diagnóstico de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENEPEA) indica una fuerte relación entre la muerte materna y el embarazo adolescente.

 

En 2013, dice la ENEPEA, la tasa de mortalidad materna en adolescentes fue de 38.2 por cada 100 mil nacimientos. Otro problema es el aborto, pues en el diagnóstico de la Estrategia dice que entre 2004 y 2009, 9.2% de los embarazos adolescentes terminó en aborto, mientras que la tasa de hospitalización por aborto pasó de 6.1 por cada mil en 2000 a 9.5 en 2010.