El arzobispo de México, Norberto Rivera Carrera, criticó que el país está crucificado por la violencia, la pobreza y la corrupción, y que el Estado ha sido incapaz de garantizar la paz y la seguridad de los mexicanos.

 

“Son tres clavos que se hunden al fondo de la carne de Cristo, son heridas infligidas en un país que parece no tener esperanza. Es el dolor de tantos que han sufrido la pérdida de sus seres amados, la desintegración y la separación de sus familias”, dijo ante cerca de 500 sacerdotes de la Arquidiócesis.

 

Ante esta situación compleja, la Iglesia no debe permanecer indiferente, dijo Rivera Carrera, por lo que pidió a los sacerdotes esforzarse por ser buenos pastores, dar la vida por los fieles y salir de sus casas parroquiales para asistir a los pobres y enfermos.

 

En la misa Crismal del Jueves Santo, Norberto Rivera nombró a los sacerdotes Hugo Valdemar, José de Jesús Aguilar, Ricardo Valenzuela, Julián Arturo López y Francisco René Espinosa como nuevos canónigos para la Catedral.

 

Mientras que en el oficio de canónigo penitenciario designó a Alberto Fernández Valencia.

 

En la misa Crismal se bendicen los santos óleos, aceites y bálsamos mezclados que se usan para ungir a los que se bautizan y confirman y para la ordenación sacerdotal.