En México hay 6.6 millones de ninis, lo que equivale a que 22.1% de la población de entre 15 y 29 años ni estudia, ni trabaja. Con esta cifra, nuestro país se coloca en el quinto lugar con mayor porcentaje de jóvenes sin ocupación dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), según el informe Panorama de la sociedad 2016, que publicó el organismo internacional.

 

El estudio indica que entre 2014 y 2105, en nuestro país disminuyó la tasa de ninis en 0.6 puntos porcentuales, equivalente a 179 mil 400 jóvenes que dejaron esta condición. Pese a esta reducción, México sigue por arriba del promedio de la OCDE que es de 14.6%.

 

Nuestro país, en cuanto a porcentaje de ninis, está por debajo de Turquía, Italia, Grecia y España, países que según el estudio fueron los más afectados por la crisis económica 2011-2012.

 

Asimismo, el documento concluye que el bajo nivel educativo, junto con un entorno económico negativo reducen las oportunidades de los jóvenes, tanto a contratarse en un empleo bien remunerado, como a seguir en la escuela.

 

“Cada vez se hace más difícil para los jóvenes con pocas competencias encontrar trabajo, y más difícil aún, un empleo estable en el mundo laboral actual. A menos que se haga más para aumentar las oportunidades en educación y capacitación para todos, hay un riesgo creciente de tener una sociedad cada vez más dividida”, dijo Stefano Scarpetta, director de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales de la OCDE.

 

Lo dicho por Scarpetta se respalda por el hecho de que una tercera parte de los ninis de la OCDE no acabaron su educación media superior, lo que muestra que su desempleo es consecuencia de su falta de preparación académica.

 

Esta condición se agrava entre las mujeres, ya que en promedio una joven que vive en alguno de los países de la OCDE tiene 1.4 más probabilidades de ser una nini que un varón, mientras que en México esa posibilidad aumenta a 4.

 

Si se habla de manera global entre los integrantes de la Organización, hay 40 millones de jóvenes que ni estudian, ni trabajan (15% de la población entre 15 y 29 años).

 

En términos económicos, tener a esos ninis cuesta entre 360 mil y 605 mil millones de dólares, equivalente a entre 0.9 y 1.5% del PIB de la OCDE en su conjunto.

 

Una de las soluciones puestas sobre la mesa por el organismo internacional es que las empresas deberían de dar prioridad a los programas de aprendizaje en su interior, al tiempo de recibir incentivos gubernamentales por eso.

 

“Más países deberían ofrecer incentivos financieros a las empresas para crear suficientes plazas para aprendices, sobre todo para los jóvenes más desfavorecidos”, dice el informe.