México deberá priorizar mantener la estabilidad macroeconómica y la confianza de los mercados internacionales en un ambiente de mayor incertidumbre al confrontar la desaceleración de su crecimiento este año, considero el Fondo Monetario Internacional (FMI).

 

Alejandro Werner, Director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI dijo que de igual manera las autoridades deberán fortalecer el marco fiscal para afianzar la credibilidad de la política fiscal.

 

“La incertidumbre en torno a las relaciones comerciales con Estados Unidos y el alza de los costos de endeudamiento representarían un freno sobre todo a la inversión, pero también al consumo” indicó el funcionario al presentar aquí su reporte sobre las proyecciones economicas de la región.

 

Estos nubarrones, advirtió, podrían igualmente contrarrestar el impulso positivo generado por la aceleración del crecimiento de Estados Unidos y la fuerte depreciación del peso en términos efectivos reales.

 

“La inflación se encuentra por encima de los niveles fijados como meta, principalmente debido a la liberalización de los precios internos de los combustibles instituida en enero de 2017, un efecto acentuado por el traslado de la depreciación del peso a los precios internos”, señaló

 

El Fondo anticipó que el crecimiento del PIB real de México se desacelerará este año para ubicarse en 1,7 por ciento, en contraste con el 2,3 por ciento en 2016, anticipando una ligera recuperación para el 2018 cuando se proyecta una expansión de 2 por ciento.

 

Las proyecciones significaron un ajuste a la baja respecto de las proyecciones dadas a conocer en octubre pasado, y el FMI explicó que estas fueron resultado del “empañamiento” de las perspectivas de inversión y condiciones financieras menos halagüeñas.

 

Consideró además que la implementación en México de las reformas estructurales en los sectores energético, laboral, de telecomunicaciones y financiero “estimularán previsiblemente el crecimiento alrededor de medio punto porcentual a mediano plazo”.

 

dca