El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) José Ángel Gurría, destacó que México avanza en la batalla contra la corrupción con la aprobación del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA).

 

En la presentación del “Estudio OCDE sobre integridad en México”, dijo que la corrupción “es un cáncer de proporciones mayúsculas en México”, pues debilita el sistema económico, destruye la cohesión social y erosiona la confianza de la población en el gobierno, la democracia y la economía de mercado.

 

Ante la titular la Secretaría de la Función Pública (SFP) Areli Gómez, refirió que cerca de 5.0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México se pierde anualmente por la corrupción y la impunidad, según el informe anual del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

 

“México tiene que embarcarse en una batalla nacional contra la corrupción. La aprobación del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) es un avance muy importante en este sentido”, resaltó Gurría Treviño.

 

Consideró que el SNA, y el paquete de legislación complementaria, introducen una serie de instrumentos innovadores que pueden ser muy eficaces para combatir la corrupción.

 

Además, estas nuevas “armas” para el combate a la corrupción y la promoción de la integridad reflejan una postura más firme respecto a un problema que ha afectado al país durante mucho tiempo, pero el éxito del SNA dependerá de la eficaz implementación de sus disposiciones.

 

Comentó que el “Estudio de la OCDE sobre las Políticas de Integridad” se llevó a cabo en colaboración con la SFP, durante casi 18 meses y presenta un análisis sobre temas como integridad en la sociedad y gestión de conflictos de interés.

 

Asimismo, sobre protección de denunciantes de actos de corrupción, régimen disciplinario, ética pública, control interno y gestión de riesgos, expuso el secretario general del organismo internacional.

 

Apuntó que entre las más de 60 propuestas concretas de acción del estudio destacan las de fortalecer la coherencia de las políticas de integridad; desarrollar la cultura de la integridad; fortalecer las líneas de defensa contra la corrupción y hacer cumplir el sistema de integridad.

 

“Esta cruzada contra la corrupción, estas nuevas leyes, esta nueva cultura de la integridad que queremos construir, pueden constituir una de las bases fundamentales de la transformación más importante de la historia reciente de México. Pero ahora comienza el trabajo pesado”, subrayó.

 

Gurría Treviño consideró que la letra de la ley debe ahora traducirse en un extenso cambio institucional, de conducta y de cultura.

 

Además, debe abarcar todos los órdenes de gobierno y a la sociedad en general, así como incluir a los gobiernos de los Estados al nivel estatal pero también municipal, donde “ha habido muchos casos de corrupción que lastiman a la ciudadanía y a su confianza en el gobierno”.

 

Señaló que la OCDE continuará apoyando a México en la implementación de estas reformas, así como en el monitoreo de su avance mediante un informe de seguimiento el año próximo.

 

 

OR