El año pasado, mexicanos que tenían cuentas en el extranjero repatriaron poco mil 617.5 millones de pesos en el marco de la “amnistía” fiscal que otorgó el gobierno mexicano, con la cual superó en 29% el monto de mil 250 millones de pesos retornado en 2009 a través de un esquema similar.

 

 

Consultado sobre la expectativa para este año con la estrategia anunciada en días pasados, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) respondió a este diario que es “prematuro tener una estimación exacta de cómo funcione el programa, ya que depende mucho de las circunstancias del contexto internacional”.

 

 
Sin embargo, refirió que hay casos en Latinoamérica donde en años recientes se llevaron programas similares, específicamente en Brasil, en Chile, donde los resultados en el mejor de los casos significaron hasta medio punto del Producto Interno Bruto. “Tendremos que esperar cómo se va desarrollando el programa para poder informar resultados oficiales”.

 

 
De acuerdo a la respuesta órgano fiscalizador, el programa que estuvo vigente en el primer semestre del año pasado significó una recaudación por concepto del ISR de 244.6 millones de pesos entre inversionistas que mantenían recursos fuera del territorio nacional, y quienes debieron pagar la tasa del impuesto que estuvo vigente en el año en el que obtuvieron ganancias por dichos montos, pero que recibieron como beneficio la condonación de multas, recargos y actualizaciones.

 

 
El programa de repatriación que estará vigente durante la primera mitad de este año forma parte de las acciones anunciadas en el marco del Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar, con el cual se busca hacer frente a las condiciones internacionales adversas.

 

 

Depósitos en el exterior

 
Información del Banco de México (Banxico) muestra que los depósitos en el exterior y la compra neta de valores extranjeros por parte de residentes en México fue de 13 mil 327 millones de dólares en el periodo julio-septiembre del año pasado, el más elevado desde el primer trimestre de 2013.
Fernando Ruiz, director técnico del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce), comentó que en el apetito de los inversionistas en el mercado de renta variable, particularmente de bonos respaldados por el tesoro de Estados Unidos, intervienen dos factores: el alza en tasa de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos y la incertidumbre en los mercados financieros particularmente en países emergentes como México, Brasil, India y Rusia.

 

 
Ruiz explicó que el envío de recursos al extranjero por parte de inversionistas residentes en México se ha acelerado, lo cual ha contribuido a disminuir la oferta de dólares en el mercado cambiario nacional y propiciado la depreciación del peso.
“La salida de recursos, por depósitos y compra de valores en el exterior, no constituye una fuga de capitales, al realizarse de forma legal, pero sí contribuyen a desbalancear la oferta y la demanda de dólares en el mercado local”./Arturo Robles