El pueblo seri que habita en la costa del estado de Sonora tiene más diferencias genéticas con los mayas de la selva Lacandona, en el sureste del país, que las que hay entre asiáticos y europeos. Este es sólo uno de los hallazgos de un grupo internacional de investigadores coordinados por el mexicano Andrés Moreno y publicados hoy en la revista Science.

 

En entrevista con 24 HORAS, el investigador de tiempo completo en la Universidad de Stanford, en California, Estados Unidos, señala que la población mexicana no sólo es muy diversa en rasgos físicos y culturales, sino también en su estructura genética, por lo que no se puede “encasillar” a los latinos o a los mexicanos como un solo grupo homogéneo, sobre todo para fines de atención médica.

 

Sobre los resultados de la investigación publicados en la revista científica, explicó que se trata del mapa de la diversidad genética de la población mexicana más completo y la descripción de los patrones de la raíces indígenas más detallada hasta ahora.

 

En el artículo publicado en Science muestra las diferencias en el plano genético entre 20 etnias mexicanas, con el fin de entender las relaciones desde un punto de vista genómico en poblaciones que son física y culturalmente diversas.

 

“Conocer la estructura genética de México sirve para entender el origen evolutivo de la población de un país y distinguir las variantes entre los habitantes de sus distintas zonas geográficas. Significa también entender las posibles causas de riesgo a padecer enfermedades que están dictadas por variantes genéticas que sólo existen en cierta región”, explicó el investigador.

 

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), alrededor de 10% de la población nacional pertenece a algún grupo indígena, sin embargo, Moreno señaló que genéticamente no existe esa dicotomía entre ser indígena o mestizo, lo que puede tener diversas implicaciones médicas y sociales.

 

Sobre las aplicaciones futuras de este estudio, Moreno Estrada explicó que al tener un mapa más fino de la estructura genética en una población es posible diseñar estudios médicos más precisos que permitan identificar en una región las variantes genéticas de ciertas enfermedades que afecten a sus habitantes.

 

“Para allá va el futuro de la medicina; se trata de entender la base genética de las enfermedades que afectan a poblaciones específicas. Estamos en el ‘paso cero’, que es crear el mapa de la diversidad, seguirá entonces identificar las variantes genéticas responsables de padecimientos particulares en cada región y, posteriormente, los especialistas podrán incorporar esta información en el diseño de diagnósticos y tratamientos más específicos. Esto ayudará a entender por qué unas personas responden a ciertos medicamentos y porque en otras, que tienen la misma enfermedad, no hay resultados iguales”, expuso.

 

Con este estudio se amplían los resultados sobre la variación genética nacional que el Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) y el ex presidente Felipe Calderón presentaron en mayo de 2009 como el “mapa genómico de los mexicanos”. En esta segunda fase se incorporó un mayor volumen de datos generados en colaboración con dicho instituto de salud y la Universidad de California, en San Francisco.

 

“El primer mapa presentado en 2009 representó un hito en el conocimiento genómico de nuestra diversidad y constituye un importante punto de partida. Con este nuevo mapa de alta resolución detallamos los patrones de la variación indígena presente en la población mestiza a una escala sin precedentes”, dijo Moreno, quien se graduó como médico por la Universidad de Guadalajara y realizó sus estudios de doctorado en genética poblacional en la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona

 

El estudio no sólo es relevante para México, sino que también significa un parteaguas en los estudios del genoma en el continente, especialmente para América Latina ya que las herramientas de análisis genómico desarrolladas por Moreno y colaboradores son aplicables a otras poblaciones que han experimentado procesos de mestizaje recientes.

 

Además de la Universidad de Stanford y el Inmegen, en el proyecto que hoy ocupa el tema central de la revista científica colaboraron investigadores de la Universidad de Guadalajara, la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), la Universidad de California en San Francisco y la UNAM.