NUEVA YORK. Martina Juárez tiene claro qué le dirá al papa Francisco el mes que viene si tiene unos segundos para hablar con él: que la ayude a traer a los tres hijos que dejó en México hace más de una década.
Estar sin sus hijos “es bien difícil”, dijo la inmigrante hispana de 40 años, que manifestó su esperanza que será escuchada por el papa.
“Yo creo que sí me escuchará, porque hay muchas familias separadas”, afirmó.
Juárez fue elegida por la organización Little Sisters of the Assumption Family Health Service para estar el 25 de septiembre en la escuela del barrio hispano de East Harlem que el pontífice visitará durante su paso por Nueva York.
La organización sin propósitos de lucro, que ayuda a familias con necesidades, asiste a Juárez y su familia desde hace años. Little Sisters está afiliada a Caridades Católicas, de la arquidiócesis de Nueva York.
Juárez planea estar en la escuela católica, llamada Our Lady Queen of Angels, junto a su esposo Manuel García y sus hijos Fabiola, de 12 años; Oscar, de nueve y su nieto Eduardo, de 11. Ambos hijos nacieron en Estados Unidos y Eduardo es hijo de otra hija de Juárez que cruzó la frontera y también se encuentra en Nueva York. En total, la mexicana tiene seis hijos, divididos entre ambos países.
“Estoy emocionada”, dijo Juárez. “Él es un buen papa. Ha ayudado a personas”.
Se calcula que 11 millones de inmigrantes sin autorización residen en Estados Unidos, muchos de ellos con familiares en sus países de origen. Francisco, el primer pontífice latinoamericano, ha defendido a menudo los derechos de los inmigrantes que se trasladan a Estados Unidos en busca de una vida mejor.
Juárez será una de los casi 200 inmigrantes que saludarán al papa en septiembre en East Harlem. Grupos de jornaleros de las zonas de Port Chester y Yonkers, cerca de la ciudad de Nueva York, y sus esposas, además de menores centroamericanos que cruzaron la frontera sin sus padres en los dos últimos años también estarán presentes en el gimnasio de Our Lady Queen of Angels.
Francisco visitará Washington, Nueva York y Filadelfia en su paso por Estados Unidos. En Nueva York, se espera que el pontífice hable también ante Naciones Unidas y en el estadio Madison Square Garden ante miles de personas.
Juárez, un ama de casa que usa el dialecto mixteco de su natal Guerrero para comunicarse con sus padres, dijo que su marido mantiene a la familia trabajando en un restaurante asiático. El sueño de la inmigrante es que todos sus hijos vivan en Nueva York.
Traci Lester, directora de Little Sisters of the Assumption Family Health Service, dijo que Juárez fue escogida para representar a la organización ante el papa porque la mexicana se ha beneficiado de varios servicios que el grupo ofrece.