A pesar de que el Gobierno capitalino cuenta con un estudio que aprueba la construcción de un túnel para eliminar la inclinación entre las estaciones Puerto Aéreo y Oceanía en la Línea 5 del Metro, el organismo no tiene los mil millones de pesos que costaría la obra, por lo que ésta no se realizará este año,  informó Jorge Gaviño, director del Sistema de Transporte Colectivo.

 

En vez del túnel, el STC colocará un techo para impedir que se agraven las afectaciones en temporada de lluvias.

 

Esta inclinación de las vías provoca que se agrave el derrape de los trenes. La pendiente hizo que en mayo de 2015 dos convoyes chocaran, razón por la que el STC emitió una licitación para la realización de estudios de topografía y geotecnia.

 

Al respecto, Gaviño detalló que para reducir las afectaciones de la pendiente que posee siete grados de inclinación, el STC colocará una techumbre que tendrá una efectividad de entre tres y cinco años.

 

“Necesitamos mil millones de pesos. En estos momentos no tenemos recursos para hacer la obra. Pero lo que vamos a hacer es un techado para impedir que el rodamiento de esa zona se siga mojando y afecte los trenes”, aseguró.

 

Luego de la presentación del jurado que participará en el premio Ingeniería CDMX 2016, el director del STC comentó que se ha redoblado la seguridad para evitar cercanía de trenes, además de que cuando llueve se implementa la marcha lenta o segura, con lo cual se toman acciones preventivas para evitar accidentes, sobre todo en la estación Oceanía por la pendiente en donde se encuentra.

 

Sobre las quejas de usuarios sobre retrasos en el paso de trenes por la cantidad de demanda, Gaviño aseguró que no se han incrementado las fallas en el servicio del sistema.

 

Recordó que ante el incremento de 15% en el número de pasajeros por el endurecimiento del programa Hoy No Circula, se emprendieron acciones para reducir las afectaciones que pudieran presentarse.

 

“Hemos disminuido las fallas, nosotros reportamos en un diagnóstico cuando llegamos al Sistema de que teníamos una falla cada dos mil kilómetros por tren.  En promedio, un tren debe de fallar, si está bien mantenido con sus refacciones al momento, debe estar fallando entre 7 mil y 8 mil kilómetros una falla”, dijo.

 

No obstante, reconoció que las deficiencias en el servicio se multiplicaron con los años debido a la falta de mantenimiento. En ese sentido, señaló que se ha buscado suplir las refacciones como ha sido posible, ya que la mayoría de estás son de fabricación europea o estadunidense y se pagan en euros y dólares.