BERLÍN.- La canciller alemana, Angela Merkel, se comprometió ayer a luchar por reconquistar el electorado perdido a favor de la ultraderecha y a buscar socios para lograr un Gobierno estable, en medio de las presiones desde sus filas para girar hacia posiciones más derechistas.

 

La Unión Cristianodemócrata y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CDU/CSU) ganaron por sobrada diferencia las elecciones generales del domingo en Alemania y recibieron así “el claro encargo” del votante, según la canciller, para encabezar el próximo Gobierno.

 

El resultado obtenido -un 33 %, el segundo porcentaje más bajo de su historia- no es sin embargo “el que hubiéramos deseado”, admitió desde la sede de su CDU.

 

El segundo lugar fue para el Partido Socialdemócrata (SPD) de Martin Schulz y el tercero para la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD).

 

“Nos proponemos especialmente recuperar a los votantes que se fueron hacia AfD. Lo haremos a través de una buena política, destinada a atajar los problemas de la gente”, afirmó la canciller, quien rechazó que ello implique dar un giro a la derecha.

 

En tanto, en la CSU hubo desde la noche electoral y ayer reacciones nerviosas.

 

“Hemos entendido el mensaje. No podemos seguir como si no hubiera pasado nada”, dijo ayer el jefe de la CSU y del gobierno bávaro, Horst Seehofer, quien en la pasada legislatura mantuvo a Merkel bajo presión con la exigencia de imponer un límite a la entrada de refugiados.

 

La canciller no cedió a esa demanda, aunque prometió que no se repetirá la situación de 2015, año en que se precipitó la llegada de solicitantes de asilo a Alemania, país que desde entonces recibió 1.3 millones de peticionarios.

 

Además de redoblarse las presiones del ala más derechista de su bloque, Merkel se ha encontrado con el “no” de Schulz a reeditar la gran coalición del pasado, lo que le resta capacidad de maniobra para negociar la siguiente alianza.

 

Merkel   dejó ayer la puerta abierta al diálogo. El objetivo de la canciller es lograr una “mayoría suficiente para tener un Gobierno estable”, pero si el “no” del SPD es irreversible, sólo le queda probar un tripartito con Verdes y FDP, una fórmula inédita a escala federal.

 

Esa constelación responde al exótico nombre de “Jamaica” porque los colores con que se identifica a esos partidos -negro para la CDU, amarillo para FDP y verde para los ecopacifistas- corresponden a los de la bandera de ese país.

 

Merkel, quien ha descartado cualquier cooperación con AfD o con La Izquierda -que obtuvo un 9.2%-, tiene que esforzarse en romper el “no” de Schulz o conseguir este tripartito.

 

De no lograrlo, deberá intentar gobernar en minoría -lo que nunca ocurrió en Alemania a escala federal- o convocar nuevas elecciones.

 

“Los votantes nos han dado un mandato, formar Gobierno, y nuestra obligación es ejecutarlo”, zanjó Merkel, preguntada por cómo veía la posibilidad de recurrir de nuevo a las urnas.

 

Confirma autoridad

Datos difundidos por la Oficina electoral federal, todavía provisionales:

– Unión Cristianodemócrata (CDU) y Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), de Angela Merkel: 33%

– Partido Socialdemócrata (SPD), liderado por Martin Schulz, obtuvo 20.5%.

– Alternativa para Alemania (AfD) que en 2013 quedó fuera del Parlamento: 12.6%.

– El Partido Liberal (FDP) regresa a la cámara con 10.7%.

– La Izquierda obtuvo 9.2 % de los votos, mientras que los Verdes lograron el 8.9 %.

 

caem