Una vez expuestas diversas variables tanto para México como para la economía internacional, consideramos que el crecimiento global en 2016 seguirá liderado entre las economías desarrolladas por Estados Unidos, que tendrá una expansión alrededor de 2.5%, que permitirá mantener sus indicadores macroeconómicos alineados como el déficit fiscal menor a 3.0% en un año electoral, inflación inferior a 2.0%, aunque quizá con mayor estabilidad y dentro de un rango de 1 a 2%, y una capacidad de crear 200 mil plazas al mes en promedio. La producción industrial podría tener una recuperación más lenta.

 

En el caso de China, la expectativa de crecimiento será de un ritmo de 6.80 a 6.50%, que marca una extensión en su proceso de desaceleración con inflación acotada y en la cual la producción industrial podría estabilizarse y con ello empezar a ser un punto de inflexión donde el consumo privado interno podría empezar a mostrar una mejoría gradual. El tema será la capacidad internacional de absorber productos exportados por este país.

 

En el caso de Japón que ha venido mostrando una fuerte desaceleración y baja inflación, sería evaluar si las acciones de flexibilidad monetaria y de gobierno tienen la capacidad de estabilizar a la economía y encaminarla a su crecimiento y objetivo del gobierno en este 2016 marcaría un “foco amarillo” para los mercados.

 

ESPECIAL_Finanzas_4A esto sumemos México, que en 2016 enfrentará un presupuesto “austero” con la bondad de la transformación de las reformas estructurales y una economía de Estados Unidos con cierto dinamismo. Se espera que la desaceleración de la producción industrial en Estados Unidos esté cerca de un piso y de manera gradual tienda a recuperar terreno, lo que podría mantener sin grandes cambios nuestro nivel de exportaciones. Creemos que el consumo privado seguirá siendo el principal motor de crecimiento donde el empleo, las remesas, el financiamiento bancario y el crecimiento real de salarios contribuyan a mantener esta condición en el consumo. Así, la perspectiva de crecimiento será entre 2.50% y 3.0% con una inflación dentro del rango del Banco de México.

 

Mercados

 

El peso mexicano estará ligado a variables como: El desempeño de las divisas vs el dólar, del momento de los precios del petróleo y se sumará el flujo directo de inversiones que vendrán de los grandes fondos de inversión. Consideramos que el peso mexicano podría terminar con una moderada apreciación en 2016 vs el cierre de 2015, pero que mantendrá cierta volatilidad por momentos.

 

Las tasas de interés abrirán opciones de un mejor posicionamiento en los diferentes nodos de la curva ante un momento importante que tendrá la Fed con el año electoral en EU. Subir la tasa de interés con cierta velocidad afectaría sin duda el ritmo de crecimiento de la economía americana y afectaría al Partido Demócrata en su intención por mantener el poder. No hacer nada o inclusive tomar medidas de mayor flexibilidad monetaria si la economía pierde ritmo en el cuarto trimestre de este 2015 afectaría sin duda al Partido Republicano. Consideramos que con una visión mayor a tasas revisables y un pequeño aumento hacia el segundo semestre del año en las tasas reales, será una mejor opción de rendimientos vs 2015.

 

Respecto al mercado accionario, consideramos que habrá oportunidades que lo ayuden a pesar de su tamaño y valuación fundamental. Un mayor crecimiento económico permitirá seguir viendo alternativas de inversión donde el consumo seguirá siendo una opción y se sumarán por momentos empresas del sector de energía, infraestructura, construcción y vivienda que marcarán un sesgo positivo en la bolsa. La duda será por el lado industrial, si se observara un mejor comportamiento internacional. La Bolsa podría situarse durante el año cerca de 50 mil puntos que podrían generar un techo relevante.

 

Lo que sí creemos es que las oportunidades en los mercados americanos serán más selectivas. Vemos al sector de tecnología como de oportunidad aunque es más volátil. Así mismo, consideramos menos atractivo al sector industrial y muchos otros ya adelantados como el consumo básico, el discrecional y el de salud; quizá veamos oportunidad adicional en el sector financiero por su estabilidad. No obstante, vemos crecimientos promedio que al final resultan menos atractivos de lo que fueron entre 2012 y 2014.