BUENOS AIRES. La justicia argentina dictó este martes cuatro años y seis meses de prisión al ex presidente Carlos Menem por organizar el pago de sobresueldos ilegales, por alrededor de 500 millones de dólares, durante su mandato.

 

Esta es la segunda condena que recibe el ex mandatario de 85 años de edad. En 2013 recibió una pena de siete años de cárcel efectiva por el millonario contrabando de armas a Croacia y Ecuador durante la década de 1990.

 

Menem permanece libre gracias a que impugnó el fallo y la Corte Suprema de Justicia de la Nación aún no resuelve su caso, pero difícilmente irá a prisión, ya que por su edad, tiene el privilegio de cumplir la pena en su casa, sin embargo, está en marcha otro juicio en el que se le acusa de encubrimiento del ataque terrorista más grave de la historia argentina, que ocurrió en 1994 en un centro comunitario judío.

 

La pena contra Menem aumentó por ser considerado por los jueces como “autor penalmente responsable” de uno de los escándalos  de corrupción más grandes durante su gobierno. Al inició el proceso, el juez Jorge Ballesteros denunció que “durante el periodo el cual el nombrado ejerció la presidencia funcionó en la órbita del Poder Ejecutivo Nacional un sistema de distribución de dinero”.

 

Los recursos, dijo, se repartieron “entre los funcionarios a cargo de los distintos ministerios y secretarías de Estado, cuya ejecución se efectuaba en un primer momento en las oficinas de la Secretaría General de la Presidencia y luego en la Jefatura de Gabinete”.

 

También fueron condenados los ex ministros de Economía, Domingo Cavallo, y de Justicia, Raúl Granillo Ocampo, a más de tres años de prisión por considerarlos “partícipes necesarios” del sistema clandestino de pago de sobresueldos.

 

La ex ministra de Medio Ambiente, María Julia Alsogaray, confirmó las sospechas de pagos ilegales existentes durante el gobierno de Menem cuando se le juzgó por enriquecimiento ilícito y justificó su incremento patrimonial en los polémicos sobresueldos.