Cobijados por las notas del mariachi y el son jarocho, cuatro de los cinco medallistas olímpicos arribaron a la Ciudad de México y fueron recibidos por elementos de las fuerzas armadas de la Secretaria de la Marina y de la Defensa Nacional; hablaron de su experiencia vivida en tierras cariocas y al tomar la palabra fueron certeros al indicar que es un orgullo representar a México a pesar de que los ciudadanos no sean recíprocos con los deportistas aztecas.

 

María del Rosario Espinoza, Guadalupe González, Ismael Hernández y Germán Sánchez destacaron el buen sabor de boca que les deja pertenecer a la Marina y al Ejército Nacional.

 

Agotados por el vuelo de regreso, pero sonrientes de pisar territorio nacional, los medallistas narraron las emociones y sentimientos que tuvieron antes, durante y después de competir para colgarse las codiciadas preseas olímpicas.

 

Germán Sánchez manifestó su tristeza con la gente que por momentos criticó sin sentido el trabajo de los atletas y afirmó que es una afición que no conoce el trabajo que detrás de un atleta olímpico.

 

“Me dio tristeza que la gente no valorara el trabajo, la gente que hablaba es gente que no sabe. Esto es un trabajo en equipo, a nosotros nos ponen la medalla, pero hay mucha gente que nos trae aquí”, enfatizó Sánchez.

 

María Guadalupe González, narró las adversidades que pasó para llegar a Río y consideró que ningún deportista decepcionó pues, aunque no ganaron medalla, hicieron el mayor esfuerzo para hacerlo. “Detrás, hay una preparación de cuatro años o más”, expresó.

 

El ganador del bronce en pentatlón moderno, Ismael Hernández, rememoró los Juegos Centroamericanos de Mayagüez 2010 cuando dio positivo por clembuterol y todo lo que eso produjo para su carrera.

 

“Después del doping me dijeron que era un tramposo, literal me llamaron tramposo pero lo que me llevó a sobreponerme fue el apoyo de mis hermanos y mi familia, el COM que me permitió seguir entrenando. Y aclaró “que la medalla no fue ninguna novedad para quienes lo conocen”.

 

Su futuro es incierto

 

María del Rosario Espinoza, medalla de plata en los Juegos Olímpicos Río 2016, continúa en la incertidumbre respecto de su futuro deportivo y dejó en claro que solo el tiempo le dirá si continua o se va.

 

“Aún no sé si voy a continuar (rumbo a Tokio 2020). No es algo que esté decidiendo. Voy a pensar si sigo o no. El cuerpo y la mente se cansan, si quiero y lo deseo, lo haré”, compartió la mejor exponente del taekwondo de México.

 

Espinoza, quien conquistó en Río su tercera presea olímpica consecutiva, mencionó que nunca paso por su cabeza el hecho de hacer historia con sus logros, sino cumplir con ese sueño que se formó desde que inició en el alto rendimiento.

 

“Por ahora solo quiero descansar, necesito unas vacaciones y meditar que es lo que quiero”, finalizó.