Luis Ángel Bravo afirmó que deja el cargo de fiscal General de Justicia de Veracruz con la cara limpia y en alto.

 

“Me voy contentísimo de haber satisfecho una meta, un sueño. Me voy realizado en todo el gran equipo que se conformó“, dijo en entrevista con Adela Micha para Grupo Imagen.

 

Explicó que presentó su renuncia, con caráctar de irrevocable, misma que mandó al Congreso estatal para que surta efecto a partir del 1 de diciembre, cuando inicia la nueva administración.

 

Bravo aseguró que no tiene nada que ocultar “ni nada que me avergüence”.

 

Afirmó que deja el cargo voluntariamente y que no hubo ninguna presión para tomar la decisión; admitió que una de las razones para dejar el cargo es porque fue designado como fiscal por un gobernador “severamente cuestionado”.

 

En otra entrevista, ahora para Milenio Televisión, Luis Ángel Bravo rechazó que después de dejar el cargo sea perseguido por la justicia.

 

“Estoy tranquilo, me voy con la frente en alto”, dijo.

 

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