En estos seis años de guerra contra el crimen organizado, México pagó un precio económico muy alto. Diferentes estudios nacionales e internacionales sostienen que el costo que genera la inseguridad en el país, cada año, es de entre el 7.9 y 15% del PIB.

 

El costo también se refleja en el área médica. La Organización Panamericana de la Salud estableció, en su informe sobre Salud en las Américas 2012, que la violencia en México provoca que mil 250 personas reciban tratamiento médico cada día y que 100 adicionales sufran algún tipo de discapacidad.

 

Es por ello que el organismo estima el costo económico de la inseguridad en 8.9 por ciento del PIB en 2009, de acuerdo al informe dado a conocer en su 28 Conferencia Sanitaria Panamericana.

 

El daño se dibuja en rostros de personas de todas las clases que perdieron a un familiar o que fueron secuestrados, a quienes les robaron un auto o su negocio, a quienes extorsionaron o amenazaron, que debieron desplazarse de ciudad cerrando sus negocios o dejando sus trabajos.

 

La espiral de violencia que se desató puso en evidencia que a pesar de utilizarse toda la fuerza del Estado para combatir a los criminales, no bastó para destruirlos, porque sus instrumentos esenciales se mantuvieron intactos, como su base social, los circuitos financieros que les permite comprar equipo y corromper voluntades, incrementaron el mercado de consumo en el país y se mantuvo la demanda externa.

 

Caras cuentas

 

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), apoyado por instituciones nacionales e internacionales, establecen el costo de la inseguridad del 14.8 y 15 por ciento del PIB.

 

Mientras que para el Instituto Ciudadano de Estudios de la Inseguridad (ICESI), debe considerarse en la evaluación el gasto que el sector público ejerce en estos rubros, el costo privado, de personas físicas y morales víctimas de delitos, y los costos indirectos generados por las pérdidas económicas.

 

Así en 2007, el costo de la inseguridad se elevó a 826 mil 400 millones de pesos, que representaron 7.4 por ciento del PIB. Para 2008, el costo ascendió a 952 mil millones de pesos, 7.9 por ciento del PIB y 37.1 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación para ese año.

 

Los delitos

 

De acuerdo a los informes internos discutidos entre el equipo de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, se considera que existe una crisis severa de seguridad pública en el país.

 

Esto derivado del crimen organizado y de los delitos conexos que genera, como robo, secuestro y homicidios, por ejemplo.

 

De acuerdo a las estadísticas, el delito de secuestro creció en una tasa del 10 por ciento anual; también lesiones con arma de fuego mostrando una tasa anual del 8 por ciento.

 

Las mismas estadísticas reflejan que el delito que más creció fue el robo en general, pero con mayor impacto el que se comete con violencia a transporte de carga y vehículos; así como en carreteras, que presentaron una tasa anual de crecimiento de entre el 13 y 18 por ciento.

 

A estas cifras hay que considerar que en 2001 se cometieron 74 mil 100 delitos y diez años después casi se duplicó la cifra, alcanzando, 133 mil ilícitos.

 

Impacto de la impunidad

 

La impunidad que prevalece en México y que se refleja en que sólo 2 de cada 100 delincuentes son sentenciados, ha mostrado la incapacidad del Estado para castigar a los delincuentes y ello se traduce, de acuerdo a varios estudios, en incertidumbre jurídica que se transforma en un obstáculo a nivel nacional para el ejercicio de las libertades sociales e individuales, para el crecimiento e inversión de empresas y negocios, y para el desarrollo económico y social del país.

 

Estudios del Instituto Mexicano de Competitividad muestran que en el aspecto de regulación de las actividades empresariales, la incertidumbre fomenta la corrupción, la discrecionalidad, eleva los costos de operación, encarece la producción y desalienta la inversión.

 

De acuerdo al Instituto Fraser de Canadá, que realiza un estudio sobre libertad económica y en ello considera la incertidumbre jurídica como un factor importante, México, de 144 países evaluados, mantiene un retroceso permanente, que le ha significado bajar 55 lugares en sólo 20 años.

 

En 1990 ocupaba nuestro país el lugar 36, pero diez años más tarde, en 2000, llegó a la posición número 69 y para el año 2010, alcanzó el lugar 91.

 

Caen decomisos y erradicación, crece producción

 

México es el principal productor de marihuana y, sin embargo, su erradicación y aseguramiento cayó en el gobierno de Felipe Calderón, época en que se declaró la guerra al narcotráfico.

 

En el caso de la cocaína ocurrió algo similar, los decomisos bajaron. Mientras que en el año 2000 se aseguraron 23.2 toneladas del enervante, para 2007 fueron 48 toneladas. Sin embargo, en los años siguientes las incautaciones disminuyeron hasta alcanzar apenas 6.3 toneladas de cocaína aseguradas en 2011.

 

Pero, en contrario, en Estados Unidos el consumo se mantuvo estable y tuvo un pequeño crecimiento. Así, Naciones Unidas calculó que en 2008 en Estados Unidos se consumieron 165 toneladas de cocaína y en Europa 124 toneladas.

 

Lo más grave es que la información sobre la incidencia delictiva nacional del fuero federal, elaborado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en la década 2001-2011 el consumo de drogas creció en México a una tasa promedio anual de casi el 20 por ciento.

 

Esto muestra que en la guerra de Felipe Calderón no existe una correlación entre erradicación de cultivos y aseguramiento de droga, y el incremento de su consumo.

 

La falta de efectividad en la erradicación y decomiso de drogas, no sólo responde a una falta de estrategia adecuada, sino también la corrupción, impunidad y complicidad de las autoridades federales, imposibilita una estrategia integral.

 

La droga de mayor consumo y producción es la marihuana, México es el principal productor con una producción calculada en 7 mil 400 toneladas al año. En 2010, de acuerdo a las agencias de Estados Unidos, el cultivo de marihuana creció un 35 por ciento y sigue creciendo.

 

En cuanto a las anfetaminas, los estudios muestran que la producción mundial ha crecido y se calcula actualmente en unas 520 toneladas, siendo Estados Unidos, Canadá y México los principales productores de esta droga sintética, después China, Filipinas, Myanmar y Tailandia.

 

Cifras

 

En 2001 se cometieron un millón 438 mil delitos del fuero común

En 2007 la cifra creció y superó 1.5 millones de ilícitos.

Para 2011 la cifra continuó creciendo para alcanzar el millón 694 mil delitos

 

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