Finalmente, y después de todo lo sucedido, Marjorie de Sousa anunció que no quiere hablar más con los medios: de ahora en adelante sus abogados contestarán cualquier duda. La actriz asegura que lo único que busca es proteger a su hijo, por eso pidió la manutención que le corresponde.

 

La venezolana ya está cansada de tantos dimes y diretes, y de que la gente opine del proceso legal. Su hartazgo de tener que poner “buena cara” en los juzgados, le quita tiempo y dinero, pero tanto ella con su ex pareja Julián Gil se han empeñado en demostrar su verdad y ninguno cede. Los pleitos se van enredando y van creciendo tanto, que ya nadie quiere dar marcha atrás. Han invertido mucho para defenderse, buscando que la ley les dé la razón.

 

Nada más alejado de la verdad. Un acuerdo pacífico siempre será lo mejor. Se tendrán que ver durante años en los momentos importantes de la vida de su pequeño Matías, y si matan por completo el cariño, el rencor sólo los llevará a tomar malas decisiones. Llega un momento en la vida, que ya no se trata de ganar y ser el que más gastó en abogados, se trata de conciliar, de avanzar para ser mejores personas y ser un buen ejemplo para su hijo.

 

En realidad los niños nunca desearían ver peleando a sus padres. En medio de gritos y sombrerazos, los adultos se escudan en los menores, cuando son ellos quienes desean ganar la batalla y gozar de haberle quitado la custodia al otro, los tiempos de visita o el dinero. Es una guerra, donde ya nadie se puede echar para atrás, porque el odio ha avanzado tanto, que es mejor eliminar al enemigo. Esta semana los juzgados descansan y todos los casos se quedan en pausa. Así que Marjorie y Julián Gil tendrán que esperar hasta enero para retomar el asunto.

 

 

Geraldine Bazán no quería hablar de su separación de Gabriel Soto porque vendió la nota a una revista. Está bien, es su vida y pueden obtener ganancias contando su parte de la realidad, pero entonces ¿por qué pidió respeto a la prensa? Dijo una y otra vez que no tenía nada que decir, y que era un momento doloroso. Hasta ahí vamos bien. Pero entonces, si le pagan por hablar, ¿se le olvida el respeto que solicitó? La publicación puede preguntarle todo porque pagaron por ello. Simplemente una contradicción más de algunos famosos que quieren guardar celosamente su vida privada, hasta que, a billetazos los convencen de lo contrario, entonces hasta posan, sonríen y cuentan su intimidad.

 

 

Hay más…, pero hasta ahí les cuento.