Los pleitos políticos no son para siempre.

 

 

No, al menos, en el PAN.

 

 

Si en el sexenio anterior hubo enfrentamientos de Felipe Calderón con Gustavo Madero por el control del partido, vienen tiempos de olvido y cuentas nuevas.

 

 

Hay razones para ello.

 

 

En primer lugar, ninguno de los dos –o sus escuálidos grupos, si se quiere ver de otra manera- tiene hoy mayor representación o ascendencia en los órganos panistas.

 

 

Calderón anda lejos de la política y limitado a mensajes –en su mayoría desafortunados- a través de redes sociales para intentar posicionar a su esposa, Margarita Zavala.

 

 

Madero, por su parte, ha sido reducido casi a la nada.

 

 

Él cumplió el pacto de heredar a Ricardo Anaya la presidencia del PAN a cambio de la coordinación de la bancada azul en la Cámara de Diputados, cuyos candidatos palomeó en 2015.

 

 

Pero el queretano Anaya no respetó el compromiso y, convertido en un legislador federal más, Madero se vio obligado a recluirse en su natal Chihuahua como secretario general de Gobierno.

 

 

Allá está.

 

 

ACUERDO JAPONÉS EN LA COLONIA DEL VALLE

 

 

Gustavo Madero desde allá ha hecho esporádicas apariciones como aquella de exigir a Anaya no apropiarse de los tiempos oficiales de Acción Nacional en busca de la candidatura presidencial.

 

 

Infructuosamente, él y muchos más demandaron “piso parejo” para todos los aspirantes a 2018.

 

 

En contraste, Anaya busca reforzar su control interno en pos de su ansiada ambición de habitar en Los Pinos.

 

 

Pero…

 

 

Los de enfrente no se han quedado parados.

 

 

Rafael Moreno Valle arma liderazgos regionales y aglutina a panistas dejados a la deriva en lugares donde antaño el partido fue fuerte y hoy es un triste espectáculo.

 

 

Dos ejemplos: Nuevo León y Jalisco, donde fueron gobierno y hoy nadie los atiende.

 

 

Su siguiente paso es hablar con los agraviados desde el PAN de Anaya.

 

 

Otra aspirante presidencial, Margarita Zavala, trata de hacer lo suyo.

 

 

Ha prometido hablar con todos quienes influyen en las decisiones panistas, un vacío no cubierto en 2015 y por lo cual quedó fuera de la candidatura a diputada federal.

 

 

En el turno estuvo, la semana pasada, el propio Gustavo Madero, con quien rompió su esposo, Felipe Calderón, en aras de armar un frente contra las imposiciones de Anaya.

 

 

Se reunieron el jueves en un restaurante japonés de la colonia Del Valle.

 

 

Así se arman las alianzas.

 

 

MÁS ACUSACIONES CONTRA ROBERTO BORGE

 

 

La semana pasada hicimos aquí el anuncio: el gobierno ya tiene ubicados a los ex gobernadores de Chihuahua y Quintana Roo, César Duarte y Roberto Borge.

 

 

En espera de la intervención de la PGR, el gobierno quintanarroense de Carlos Joaquín teje nuevas denuncias contra su antecesor.

 

 

A ellas ya fue incorporado el testimonio del ex agente del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos, Juan Felipe Martínez, según la cual, Borge negoció inscripciones irregulares.

 

 

A cambio ofreció un soborno de 800 mil dólares.

 

 

Se trataba de 16 predios en Puerto Morelos, aunque fracasó el intento pese a la colusión del entonces director del Registro Público de la Propiedad, Carlos Lima.